En primer lugar quiero aclarar que si bien se le conoce como flato (el flato es un dolor abdominal que ocurre cuando hacemos deporte) el nombre correcto es flatulencia, o simplemente gases (los eructos también son una forma de flatulencia).
Todos alguna vez hemos tenido una crisis de flatulencia que nos ha puesto en situaciones vergonzosas en lugares públicos, el trabajo o con nuestra pareja en la intimidad. Sí, son esos malditos gases que no saben por dónde salir.
¿Por qué tengo gases?
La principal razón es porque comes mal: comes muy de prisa, no ensalivas, no masticas bien, comes porciones muy grandes y tragas aire cuando comes (por hablar o mirar la televisión). Y además, tienes el mal hábito de reclinarte después de comer y masticar chicles o caramelos duros.
La flatulencia también ocurre porque comes muchos alimentos que causan flatulencia, el estreñimiento, por tomar ciertas medicinas, falta de enzimas adecuadas en el estómago, por el sedentarismo, los nervios y el bendito estrés.
Atención con los gases, no son solo una molestia social sino un indicador de problemas gastrointestinales serios como úlcera gástrica o duodenal, dispepsia, mal funcionamiento de los músculos del esófago o de la entrada del estómago.
¿Qué debo comer y qué no para tener menos gases?
Como a todo problema gastrointestinal, la principal medida a tomar es hacer ajustes en la dieta y reducir y/o dejar de comer lo que nos está provocando flato.
Los alimentos ricos en hidratos de carbono son los más flatulentos, tales como: pan, patatas, cereales, verduras flatulentas (coliflor, espinacas, alcachofas, guisantes, coles, etc.) y legumbres (alubias, lentejas y garbanzos).
Un truco para que las legumbres no te produzcan gases es ponerlas en remojo ocho horas antes de prepararlas y romper el hervor a mitad de cocción. Si aún así te afectan, aplástalas con el pasapurés.
La razón por la que los hidratos de carbono, así como las fibras y almidones (si los consumes en exceso) es que no son absorbidos por el duodeno y el yeyuno, por lo que llegan intacto al íleon y al colon donde se fermentan con las bacterias intestinales, dando origen a los gases fétidos.
En cuanto a las bebidas, te aconsejo que dejes las bebidas gaseosas. Asimismo, reduce el café, y no porque sea una bebida flatulenta sino porque contiene sustancias que irritan las mucosas del estómago y del intestino.
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