sábado, 6 de junio de 2009

El río Yaque no muere, lo matan[Editorial Diario 55]

El Día del Medio Ambiente, el matutino local La Información trae como foto principal de portada una foto, donde se refleja en forma dramática la cloaca corriente que se ha convertido el río Yaque del Norte.

No somos quienes para corregir al prestigioso matutino ni ha nadie, pero la verdad es que el pie de foto debió decir no que se muere, sino que lo matan. Porque no se trata de una muerte natural, sino que un asesinato vulgar, con premeditación y alevosía.

Los culpables son muchos. Todos de generales bien conocidas, tanto del sector público como privado. El Estado, sean sus instituciones centralizadas o descentralizadas como el Ayuntamiento, nunca han tenido una política definida para evitar la contaminación del Yaque, vía el control de la basura sólida y las aguas negras.

Para muchos sectores aledaños al río es normal lanzar los desechos a su cauce, mientras que los afluentes como los arroyos y cañadas durante décadas han sido convertidos en corrientes de aguas negras, que matan toda forma de vida acuífera.

En cualquier nación con un mínimo de respeto e institucionalidad, una situación semejante no sucede, debido a que se tomarían las medidas de rigor, para controlar los desechos sólidos y líquidos.

En otra país que haya sido gobernado por personas con criterios y visión de futuro, no tuviesen un Faro a Colon, no habría un monumento a la caña, un centro de convenciones a medio terminar, pero si un sistema de control de residuos.

Pero está el otro sector, el privado, que es la segunda parte responsable en matar este importante río lanzando sus residuos empresariales a su corriente, renuente a construir plantas de tratamientos, salvo algunas excepciones, para no contaminar ese ecosistema.

Los empresarios, cuya actitud jamás se puede justificar, dirán que si el Estado, garante en primer grado de los recursos públicos y naturales como patrimonio de las presentes y futuras generaciones, no le duele el Yaque, menos a ellos.

Corresponde entonces a las instituciones y hombres y mujeres responsables, luchar para hacer respetar este río, para que no siga muriendo lentamente, asesinado por quienes tienen el deber de cuidarlo sano.

No hay comentarios: