Los niños de 4 a 11 años están en plena etapa de crecimiento por lo cual la alimentación es clave en esta etapa de su vida. Además gastan mucha energía en el colegio, jugando, corriendo, por lo cual la dieta equilibrada es importante.
En esta etapa los niños requieren de una alimentación que aporte entre 1600 a 2500 calorías diarias, dependiendo de las actividades que realice en el día. Si es un niño obeso, pues su dieta será más baja en calorías a la de un niño común, que realiza muchas actividades físicas al día.
Además de obtener los nutrientes necesarios para su desarrollo, es importante que los niños en esta etapa aprendan hábitos de alimentación saludables y coman variedad de alimentos, tanto frutas, verduras, legumbres, hortalizas, carnes rojas, pescados, carne de aves de caza, lácteos, cereales (si son integrales, mejor) y chucherías, pero sólo en la justa medida.
Pueden consumir hasta 6 raciones de lácteos al día, ya sea en yogures, leche, quesos o batidos. Es importante que los alimentos nuevos sean presentados de forma atractiva, ya que el paladar de los peques primero se conquista por los ojos.
Debe consumir al menos 5 raciones de vegetales y frutas diarios, ya sea en zumos, batidos, ensaladas, guarniciones, postres caseros o piezas de frutas enteras. Ofrece las frutas como postre de cada comida o en la merienda.
Puedes incluir semillas o cereales integrales en preparaciones como sopas, purés, milanesa con semillas de sésamo, pastas integrales o arroces.
Acuerda horarios de comida con el niño: procura que coma cada 3 horas, alternando los alimentos y ofreciendo la mayor variedad posible durante el día. No uses la comida como premio o castigo porque eso generará en el niño una actitud negativa en la alimentación.
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