Una niña haitiana de 6 años ardió en llamas durante un rito vudú en Nueva York

NUEVA YORK.- Una niña haitiana residente en Queens ardió en llamas y recibió quemaduras graves en un 25% de su cuerpo cuando su madre dirigía un rito vudú en su residencia en Queens, dijo la fiscalía de Distrito al anunciar el arresto de la progenitora y la abuela de la menor.

La mujer, de nacionalidad haitiana, fue identificada como Marié Lauradin. Las autoridades añadieron que a pesar de los desesperados gritos de la menor de 6 años de edad, la madre hizo caso omiso y no llamó a emergencia de inmediato.
La niña Frantzcia Saintil incluso fue grabada en video, según el fiscal de Queens Richard Brown, quien anunció que la madre ha sido acusada de asalto y poner en peligro el bienestar de una menor, por lo cual se enfrenta a una condena de hasta 25 años de la cárcel.
Se dijo que aunque otros familiares clamaron a la madre para que ayudara a la niña, la acusada fue sorda a las peticiones. En el rito vudú participaron varios inmigrantes haitianos. Cuando los médicos examinaron a la menor ya estaba consumida en el 25% de su cuerpo con quemaduras en segundo y tercer grados, añadió la fiscalía. Las heridas le afectaron el rostro y las piernas.
La madre tiene 29 años de edad y niega las acusaciones, explicó su abogado Jeff Cohen. El documento de la Corte fue traducido al creole para que pudiera ser entendido por la mujer. “La niña es hija única de mi cliente y su madre no le iba a hacer ningún daño”, agregó el jurista defensor.
El juez le impuso una fianza de $50 mil dólares. La haitiana lleva sólo un año residiendo en los Estados Unidos y también se le impuso una orden de restricción para que no se acerque a la menor. Además, la abuela de la muchacha – Sylvene Thessir – de 70 años de edad, fue acusada de igual modo de conducta temeraria y poner en peligro el bienestar de la menor, se enfrenta a 7 años en prisión.
Otros ritos vudú fueron hechos por la mujer a comienzos de año entre ellos uno el 4 de febrero. La niña está en estado crítico en un hospital de Queens y conectada a una máquina de respiración artificial. La Agencia de Bienestar Infantil asumió su custodia.