lunes, 22 de junio de 2009

Quebraditas hicieron sufrir a Graciela Beltrán.

LOS ANGELES/AP — La cantante de música tradicional sinaloense Graciela Beltrán reconoció haber sufrido “un estrago terrible” cuando la quebradita se puso de moda, pero dijo estar contenta ahora que ha aprendido a sobrellevar las variantes temporales.
“Tuve que tomarme un receso durante la época de las quebraditas ... tuve un estrago terrible porque no quería cantar quebraditas”, dijo Beltrán a la AP en una entrevista reciente. “Pensé, si canto quebraditas, entonces también puedo cantar lambada’. Entonces, ¿quién sería? Me perdería porque no sabría quien soy”, añadió la intérprete de música banda.
Beltrán, quien comenzó a cantar a los seis años, prevé que seguirán apareciendo nuevas corrientes que alterarán el panorama de la música regional mexicana, pero por ahora seguirá cantando lo suyo: música tradicional de Sinaloa, México, con instrumentos de viento.
“Yo no voy con las modas”, dijo Beltrán, acotando, empero, que sí le gustaría grabar pop y mariachi. “Son corrientes que vienen y van, que no se sabe cuanto tiempo durarán, pero lo banda con viento es tradicional”.
La cantante de 33 años, pionera dentro de su género musical, resaltó que cada vez hay más y mejores exponentes de música tradicional mexicana, área dominada por cantantes y músicos hombres.
“No sólo somos más sino que tenemos más apoyo”, afirmó. “Eso se ha dado porque nos hemos aferrado y hemos demostrado que sí podemos y que sí estamos juntas y somos capaces de tener la misma calidad que la de los varones”.
Beltrán, a quien de adolescente llamaban “La pochita de Sinaloa” pese a haber nacido en Los Angeles, porque su familia es de Sinaloa, regresa esta semana con “La reina de la banda”, su 24to disco de estudio en el mismo número de años de carrera.

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