Cuando nuestra pareja nos es infiel irremediablemente algo se rompe entre los dos, no solo el vínculo amoroso se ve debilitado sino que principalmente la confianza en el otro se esfuma.
Quien no lo ha vivido puede decir “yo nunca l@ perdonaría”, pero del dicho al hecho hay mucho trecho y nunca se sabe a ciencia cierta cómo se reaccionará ante la traición de esa persona que tanto amamos y sin la cual no podemos vivir.
Ciertamente no es fácil perdonar aunque tampoco es imposible…, pero uno no olvida nunca por lo que el volver a creer en la palabra del otro se hace mucho más dificultoso todavía.
Poniendo mucha fuerza de parte de ambos es posible salir adelante y comenzar de cero, dejando atrás el pasado de forma que sea solo un mal recuerdo del que aprender y no una tortura constante que les amedrente la vida.
Hay que usar la experiencia vivida para crecer y cambiar lo que sea necesario, tanto el infiel como el traicionado porque muchas veces ambos son culpables de que haya sucedido una infidelidad.
En general las mujeres que son traicionadas piensan que su pareja las engañó porque ya no le atren, pero esto no siempre es así. El hombre no es como nosotras, el no prefiere a una sobre otra.
Es primordial mantener bien alta la autoestima, una vez que tengamos una correcta valoración de nostr@s mismos podemos dar el siguiente paso y comprender qué es en realidad lo que está fallando, así como si en verdad vale la pena perdonar y retomar la relación o conviene hacerse a un lado y emprender un nuevo rumbo .
La traición es primeramente fruto de una elección, nadie está con un tercero porque “lo impulsaron las hormonas”, uno es infiel porque así lo ha querido, siempre existe la posibilidad de elegir por sí o por no. Es por ello que se debe charlar abiertamente y asumir culpas, así como también marcar las fisuras de la pareja que pueden haber influenciado en la determinación de estar con alguien más.
Fuente:sexologia.net
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