martes, 27 de octubre de 2009

La Serie Mundial harina de otro costal.


Bien lo dijo Mike Scioscia, dirigente de los Angelinos de Los Ángeles, tras haber sido eliminado anteanoche por los Yankees en la serie de campeonato del joven circuito: “hicimos bien las cosas durante casi toda la campaña, pero la postemporada es muy diferente”.

Los Yankees ganaron en seis juegos (4-2) y en buena lid el derecho a disfrutar su Serie Mundial número 40 en la historia del club. Para eso invirtieron gran dinero este año, más de 200 millones de dólares en salarios, el más cuantioso del ‘big show’.

Los pupilos del piloto Joe Girardi se salvaron, por ahora, de las duras críticas de la prensa. Por eso mismo: por ser caros.

Ahora la tortilla se cambia y van al clásico de octubre, que comienza mañana en el nuevo parque de El Bronx contra los Filis de Filadelfia, equipo que conserva el trofeo mundial conseguido el año pasado.

Con los dos primeros encuentros aquí, miércoles y jueves, de los siete pactados (4-7), Nueva York debe comenzar arriba en la Serie Mundial. Tienen que viajar a Filadelfia, donde están programados los tres siguientes juegos en forma sucesiva, holgados y con el récord a su favor.

De lo contrario, las probabilidades de perder en Filadelfia son varias, incluyendo los tres juegos siguientes, un público en contra, estadio desconocido y la regla diferente, en cuanto al bateador designado que en la Liga Nacional no existe.

Ganar el campeonato de la Liga Americana contra Los Ángeles 4-2, no convenció a muchos fanáticos de aquí. Naturalmente, los más exigentes.

Girardi también no salió convencido de que ganaron como habían querido triunfar.

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