Abuelos sospechan familiar raptó al niño

Ramón Urbáez/listindiario

Santo Domingo.- Los familiares del niño Mikael Moreno de Jesús, quien permaneció trece días secuestrado por dos desconocidos, celebraron ayer su retorno al hogar luego de que la Policía lo recogiera en la Iglesia María Auxiliadora, donde fue dejado por una persona que no se identificó la noche del lunes.

“Hemos vuelto a la vida y hoy se ha podido dormir tranquilo en esta casa”, dijo la abuela Santa Sepúlveda, quien de hecho se ha quedado con la custodia del nieto luego de que la madre se separa del esposo.

“Fueron doce noches de desesperación y dolor sin saber quién se había llevado al niño ni adónde lo tenían”, dijo la madre Deysi de Jesús Sepúlveda. El niño fue raptado por dos hombres que se lo arrebataron de los brazos a la niña Erika, tía del menor.

“Yo lo llevaba para la casa de su mamá, porque él se pasa el día aquí en la casa de los abuelos”, relató Erika, de apenas 9 años. “Dos hombres que iban en un motor me preguntaron qué cómo se llamaba esta calle y les respondí que no sabía, y entonces se acercaron y me quitaron al niño de los brazos”, agregó.

Erika dice que gritó aunque no sabía en realidad cuáles eran las intenciones de los desconocidos y entonces los vecinos corrieron detrás de los motociclistas, pero lograron escapar.

Eran las 5:30 de la tarde del viernes 15 de octubre y la familia nunca más supo del niño ni de sus captores.

Los abuelos y otros familiares creen que se trató de un rapto familiar.

El abuelo Severino afirma que todo se debió al trabajo de la prensa. “Nunca había visto tanta radio y televisión hablando de nosotros, creo que eso fue lo que motorizó a la Policía, porque pasaron varios días sin que hicieran nada”.

Los abuelos del infante creen que los raptores del niño se sintieron asediados y se pusieron temeroros al ver tantas informaciones sobre el caso, “y entonces decidieron dejarlo en esa iglesia”, dijo la abuela Sepúlveda.

La Policía entregó al niño a sus padres y abuelos la madrugada del martes, luego de que una mujer se lo dejara al sacristán de la iglesia María Auxiliadora, de la calle Manuela Diez número 67. Previamente los investigadores habían apresado a Daniel Rosario Vargas, quien se presume conducía la motocicleta en la que se llevaron al menor.