Nueva York/Cándida Portugués/EDLP — Dieciséis cargos fueron presentados ayer contra Carmen Huertas (31 años) la conductora que, supuestamente borracha, causó la muerte de Leandra Rosado, la mejor amiga de su hija Brittany González, ambas de 11 años.
Huertas, en silla de ruedas, las manos esposadas, llorosa y vistiendo jeans y una camiseta gris se declaró inocente, a través de video, desde el Hospital Elm- hurst donde se encuentra ingresada y bajo vigilancia para evitar cualquier intento de suicidio.
Según la acusación a las 12:30 de la madrugada del 11 de octubre Huertas, tras festejar un bautizo, metió a siete niñas en el interior de su automóvil para llevarlas, —cinco de ellas sin cinturón de seguridad—, a pasar la noche en su casa de El Bronx.
Entre las niñas se encontraba su hijo menor, Eduard Henríquez de 18 meses, quien fue sacado del auto por su padre, del mismo nombre. Según la fiscalía Henríquez intentó impedir que Huertas condujese y, al no lograrlo, se llevó al niño. Laura Alvarez, prima de Huertas dijo a que eso no fue así, que el niño no quería ir con las niñas y pidió ir con su padre.
A la vista asistieron familiares de Huertas, de los que solo se identificaron su madre, Belén, su hermana mayor Yolanda Vélez quien llorando dijo: “Estamos destrozados esta es una situación en la que todos somos perdedores”, y su hermanastro Chris Montañez.
Según la fiscalía Huertas perdió el control cuando conducía a 68 millas por hora, 18 por encima del límite, por el Henry Hudson Parkway, tras decir a las niñas que levantase la mano quien creyese que se iban a estrellar. Los análisis indicaron que tenía 0.132 de alcohol en sangre cuando el límite es 0.08.
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