NUEVA YORK/DLP.- Levi Aron deberá
cumplir entre cuarenta años de cárcel y cadena perpetua por el
secuestro, muerte y descuartizamiento del niño Leiby Kletzky, en uno de
los casos que más ha horrorizado y estremecido a la hermética comunidad
judía ortodoxa de esta ciudad.
El juez Neil
Firetog, de la Corte Suprema de Brooklyn, sentenció a Aron, como parte
del acuerdo que le llevó a declararse culpable el pasado 9 de agosto por
la muerte del niño.
Aron, de 36 años y
también judío ortodoxo, raptó al niño en la calle en Borough Park, un
importante asentamiento de la comunidad judía ortodoxa, cuando el menor
de ocho años regresaba a casa solo por primera vez, después de haber
pasado el día en un campamento religioso.
El menor, que se
extravió mientras trataba de encontrar el lugar donde había quedado con
su madre, pidió ayuda a Aron, quien lo llevó a una boda fuera de la
ciudad y después a su casa, donde pasó la noche.
Al día siguiente,
cuando Aron vio carteles en que se denunciaba la desaparición del
pequeño, sintió "pánico", y lo drogó con múltiples medicamentos, para
después asfixiarlo y descuartizarlo, según establecieron las
autoridades.
Parte de sus restos
fueron encontrados por la Policía en la nevera del apartamento de Aron
dos días después de haber desaparecido, junto a varios cuchillos
ensangrentados.
Horas más tarde,
investigadores localizaron en un contenedor de basura del barrio de
Sunset Park, a unos cuatro kilómetros de la vivienda del asesino
confeso, una maleta con restos humanos envueltos en bolsas de plástico
que también correspondían al pequeño.
Aron, empleado de una
ferretería, llevaba ayer una barba poblada, un yamaka negro y un traje
de prisión anaranjado. El descuartizador mantuvo la cabeza baja y sus
ojos cerrados durante casi toda la audiencia.
Sus abogados
dijeron que Aron sufrió una herida en la cabeza cuando era niño que
nunca fue tratada. "Como niño y joven, él debería haber sido tratado por
su enfermedad mental", dijo el abogado Howard Greenberg. Fuera de la
corte, sus defensores indicaron que Aron estaba apenado, pero una
disculpa pública hubiera sonado a falsa. "Está arrepentido y deseó no
haberlo hecho", dijo el abogado Pierre Bazile.
Aron admitió que
raptó y mató al pequeño de ocho años de edad luego que el menor se
acercara a él en una calle de Brooklyn y le pidiera direcciones el 11 de
julio de 2011. El niño era hasídico, una versión ultra-ortodoxa del
Judaísmo. El crimen estremeció a la comunidad de Borough Park, un
vecindario seguro y aislado que alberga a una de las más grandes
poblaciones judías ortodoxas fuera de Israel. Aron, quien vive cerca, es
ortodoxo pero no hasídico.
A pesar de las
muestras de apoyo para la familia, había ayer poca gente en la corte. La
familia de Aron no asistió a la sentencia, tampoco la familia de Leiby.
Un fiscal leyó una declaración del padre del menor, Nachman Kletzky,
que decía: "Dios no abandonó a nuestro hijo, ni a nuestra familia, por
un segundo".
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