lunes, 20 de agosto de 2012

Bodeguero dominicano es multado con US $30. 500 por vender revólveres de juguetes .


NUEVA YORK/Listindiario._ Un bodeguero dominicano de Queens, fue multado por una inspectora del Departamento de Asuntos del Consumidor con $30.500 dólares por vender revólveres de juguetes en el establecimiento. El bodeguero Florentino Sirí dice que la multa es demasiado alta, injusta y está tratando de que por menos las autoridades bajen el monto, debido a que es muy difícil que pueda ganar una puja en la corte. La ley del estado es sumamente estricta en ese tipo de caso, por lo que al comerciante criollo tiene el temor de tener que pagar la penalidad completa.
Cirí que nunca se imaginó que las armas de juguetes y plásticas eran ilegales, hasta que llegó la inspectora a la bodega y se lo comunicó. El bodeguero dominicano tenía en sus estantes 6 revólveres y recibió $5.100 dólares de multa por cada uno.
“Ella vino y me dio la multa”, le dijo el comerciante a un noticiero local de televisión. Los revólveres tuvieron que ser removidos de exhibición y venta por órdenes del Departamento del Consumidor.
“Nunca me imaginé que por una pistolita de $1.49 me darían una multa tan grande como la que me han dado”, agregó el bodeguero dominicano.
Asuntos del Consumidor alega que el problema con los “revólveres” es que el barril se mueve y el material no está prensado con el cuerpo del juguete, lo que lo hace más realista y pudiera ser usado para cometer atracos, robos y otros delitos utilizando las “armas”.
La agencia añade que las pistolas de juguetes aparentan ser reales por lo que son muy peligrosas y se está haciendo cumplir la ley con las multas.
Florentino, mostrando los papeles de la corte dijo que recibió una cita pero no se presentó al tribunal y luego recibió la multa por correo.
“Ahora mismo estoy que no sé qué hacer, aunque el bogado me dijo que tengo muy pocas probabilidades de ganar el caso”, sostiene.
Es probable que se declare en bancarrota o que trate de que las autoridades le reduzcan la multa.
Autor: Miguel Cruz Tejada

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