NUEVA YORK/Eleconomista.es - Quien quiera que haya pasado por la Gran Manzana podrá afirmar que los taxistas de la urbe están hechos de una pasta especial, que no suele incluir una amistosa bienvenida. Sin embargo, bajo ese caracter áspero y una conducción temeraria se asienta una oportunidad de inversión de las que hacen época.
¿Quién no quiere un nivel de revalorización que sobrepasa el 179% en lo que va de década?
Mientras el devastador efecto de las hipotecas basura ha dejado los retornos de las compañías que cotizan en el Standard & Poors 500 por los suelos, con pérdidas que oscilan el 13% desde que empezó el año 2000, las licencias de taxista se han revalorizado como la espuma hasta llegar a cambiarse por 760.000 dólares el pasado mes. Al fin y al cabo, esta cifra, hace sombra incluso a commodities como el oro.
Según informaba el semanario de negocios Crain's todo parece indicar que la limitada entrega de estas licencias, el ayuntamiento las entrega con cuentagotas, es el factor que ha disparado el nivel de beneficios.
En la ciudad de Nueva York, los taxis con licencia ascienden a unos 13.000, un número que no ha cambiado apenas desde los años 30, por lo que su escasez aumenta el valor del que posee una.
Precio invariableA ello habría que sumar que dada la resaca de la crisis, que todavía colea en las carteras de los neoyorquinos, parece que los ciudadanos han dejado de hacer uso de las compañías privadas de coches.
Mientras durante la pasada recesión económica que vivió el país, el precio de las licencias cayó cerca de un 20%, en la peor cída económica de EEUU desde la Gran Depresión el coste de dichas placas se ha mantenido impoluto.
¿Por qué se preguntarán ustedes? Pues porque los propietarios de dichas licencias suelen alquilarlas a terceras partes por mucho más dinero. Y dada la tasa de paro que azota al país, convertirse en conductor de taxi es una solución más que viable.
¿Quién no quiere un nivel de revalorización que sobrepasa el 179% en lo que va de década?
Mientras el devastador efecto de las hipotecas basura ha dejado los retornos de las compañías que cotizan en el Standard & Poors 500 por los suelos, con pérdidas que oscilan el 13% desde que empezó el año 2000, las licencias de taxista se han revalorizado como la espuma hasta llegar a cambiarse por 760.000 dólares el pasado mes. Al fin y al cabo, esta cifra, hace sombra incluso a commodities como el oro.
Según informaba el semanario de negocios Crain's todo parece indicar que la limitada entrega de estas licencias, el ayuntamiento las entrega con cuentagotas, es el factor que ha disparado el nivel de beneficios.
En la ciudad de Nueva York, los taxis con licencia ascienden a unos 13.000, un número que no ha cambiado apenas desde los años 30, por lo que su escasez aumenta el valor del que posee una.
Precio invariableA ello habría que sumar que dada la resaca de la crisis, que todavía colea en las carteras de los neoyorquinos, parece que los ciudadanos han dejado de hacer uso de las compañías privadas de coches.
Mientras durante la pasada recesión económica que vivió el país, el precio de las licencias cayó cerca de un 20%, en la peor cída económica de EEUU desde la Gran Depresión el coste de dichas placas se ha mantenido impoluto.
¿Por qué se preguntarán ustedes? Pues porque los propietarios de dichas licencias suelen alquilarlas a terceras partes por mucho más dinero. Y dada la tasa de paro que azota al país, convertirse en conductor de taxi es una solución más que viable.
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