domingo, 11 de octubre de 2009

Castro cree positivo que Obama obtuviera el Nobel


LA HABANA/EL MUNDO.ES .- El líder cubano Fidel Castro ha calificado de "positiva" la concesión del Premio Nobel de la Paz al presidente de EEUU, Barack Obama, y ha considerado que es una crítica a la "política genocida que han seguido no pocos presidentes de ese país".


En un nuevo artículo de sus 'Reflexiones', divulgado por medios oficiales, el ex presidente, de 83 años, advierte que no siempre comparte las posiciones de quienes otorgan el Nobel, pero que se ve "obligado a reconocer" que en estos momentos es "una medida positiva".

"Muchos opinarán que (Obama) no se ha ganado todavía el derecho a recibir tal distinción. Deseamos ver en la decisión, más que un premio al presidente de Estados Unidos, una crítica a la política genocida que han seguido no pocos presidentes de ese país, los cuales condujeron el mundo a la encrucijada donde hoy se encuentra", afirma Castro.

El todavía primer secretario del gobernante Partido Comunista de Cuba agrega que el Nobel a Obama es "una exhortación a la paz y la búsqueda de soluciones que conduzcan a la supervivencia de la especie".

Según Castro, "compensa el revés que sufrió Obama en Copenhague al ser designada Río de Janeiro y no Chicago como la sede de las Olimpiadas del 2016, lo cual provocó airados ataques de sus adversarios de extrema derecha".

Los comentarios sobre el Nobel los incluyó el ex presidente al final de un artículo titulado 'Las campanas están doblando por el dólar', en el que analiza el fin del predominio de la divisa estadounidense.

"No se puede inundar también el mundo de dólares y pensar que esos papeles sin respaldo en oro mantendrán su valor. Otras economías, hoy más sólidas, han surgido", afirma el ex presidente cubano.

"El dólar dejó de ser ya la reserva en divisas de todos los estados, más bien sus poseedores desean apartarse de él, aunque evitando en lo posible que se devalúe antes de que puedan desprenderse de ellos", agrega.


Un posible regalo envenenado

WASHINGTON.- Los estadounidenses son nacionalistas. Sobre todo, los republicanos. En España, y en buena parte de América Latina, que un político en activo reciba el Nobel de la Paz es motivo de orgullo patrio. En EEUU, no necesariamente. Aquí, la idea de que unos noruegos vengan a decirles qué es bueno y qué es malo puede provocar en algunos unas reacciones no muy positivas.


Máxime, cuando los republicanos están furiosos con el Comité Nobel desde que le dio el Nobel a Jimmy Carter. El Nobel de Economía (que es otorgado por el Banco Central de Suecia) también ha irritado a los rivales de Obama al ir a parar a Paul Krugman en 2008 (curiosamente, los republicanos no se enfadaron cuando ese galardón fue a parar a Hayek, Lucas, Friedman, Becker, Fogel o a otros destacados liberales*).

Así que un presidente Nobel no va a lograr que la oposición le haga más caso. Tal vez al contrario.

A ese respecto, hay una anécdota curiosa. En las elecciones de 2004, el diario británico The Guardian propuso a sus lectores que enviaran cartas al condado de Clark, en el centro de Ohio, pidiéndoles que votaran por el candidato demócrata John Kerry. La idea era que, si Clark votaba por Kerry, éste ganaría las elecciones (lo cual era cierto, dado el relativo empate entre George W. Bush y su rival demócrata).

El resultado fue espectacular. El condado de Clark fue el único de Ohio que cambió de orientación política en aquellos comicios: se hizo republicano. Y Bush fue reelegido. ¿Tuvo algo que ver la genial idea de 'The Guardian' en el cambio? Probablemente no. Pero las cartas y correos electrónicos de vecinos del condado de Clark que recibió el diario dejan poco lugar a dudas acerca de lo que pensaron respecto a la iniciativa los ciudadanos de Ohio que recibieron las cartas. Unas cartas que, en general, eran educadas, como la que envió el escritor de novelas de espionaje John le Carré, y que arrancaba con un amable: "Probablemente ningún presidente estadounidense ha sido tan odiado fuera de su país como George W. Bush". Si le Carré esperaba convencer a alguien con ese argumento, se equivocaba. The Guardian publicó los emails, que se pueden leer aquí. Los textos son una excelente oportunidad para quien quiera aprender a insultar en inglés, algo que no suele ser impartido en las academias. Aquí van unas muestras a vuelapluma:

- "¿Los europeos no os habéis dado cuenta de que a los americanos no nos importan dos mierdas lo que penséis de nosotros? Cada email que nos llega de algún británico arrogante diciéndonos que no votemos por George Bush va a hacer que el tiro os salga por la culata, estúpidos, maricones de dientes amarillos. Me importa una puta mierda si nuestras elecciones van a tener algún efecto en vuestra vida de mierda (...) Si quereis tener unas elecciones que signifiquen algo en vuestra basura de islecita llena de comida de mierda y dientes amarillos, acaso no deberíais vender vuestra soberanía a Bruselas y Berlín, gilipollas. Ah, y cepillaros los dientes, animales asquerosos".

- "Pensad esto: no os mezcléis en la política americana. Salvo que queráis que una compañía de Navy SEAL (una unidad de élite de la Marina) se abalance sobre vuestras oficinas del 'Guardian', os meta en sacos y os lleve a Guantánamo para que compartáis el cuarto con algún pastorcillo talibán.

- "¿Quién creéis que sois? Bueno, yo os lo voy a decir: un montón de socialistas de mierda entrometidos".

Con tales antecedentes, el Nobel puede servirle a Obama para ganar unas elecciones o llevar adelante su agenda... en Noruega.

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