Los muertos son Arsenio Martínez, de 33 años, y Andrés Adames, de 26. El primero era miembro de la Iglesia de Los Santos de Los Últimos Días (Mormones) y llevaba ocho años trabajando en la empresa Cesar Iglesias como chofer. Vivía en la localidad de Itabo, Haina. El segundo llevaba ocho meses en dicha compañía y tenía residencia en el kilometro 7 de la avenida Independencia, de Santo Domingo.
Guillermo Castillo Baez, supervisor de la empresa César Iglesias, informó a la Policía que los dos hombres realizaban labores de ventas y desaparecieron junto a un camión Daihatsu color azul en el que viajaban. El vehículo fue encontrado luego en la localidad de Canastita, frente al restaurant Orquídea.
Los dos cadáveres presentan heridas de bala y fueron levantados por la legista Bélgica Nivar y el fiscal adjunto Nicasio Apolinario, en presencia de los coroneles policiales Nelson Valenzuela Madera y Francisco Herrera Heredia y el capitán julio Ernesto Germosén.
Un velo de misterio hay en torno a este caso ya que la caja fuerte instalada dentro del camión ni las mercancías que éste transportaba fueron sustraídas.
Supuestamente, el camión quedo varado por falta de combustibles, donde fue encontrado, en el sector de Canastica.
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