Puedes coger un puñado y ver como se escapa por entre tus dedos lentamente, con granos de diversas tonalidades blancas, rosadas… o con un tono ocre o dorado en una textura más fina.
Estas son las tonalidades más comunes, como la de la arena del desierto. Pero del origen los sedimentos depende el color y la textura. Así pueden ser materiales minerales y biológicos de una u otra tonalidad predominante. Dando lugar a playas de colores.
¿Quieres conocerlas? Pues ahí van.
Obtienen su color de la piedra caliza erosionada y del carbonato cálcico procedente de los crustáceos y corales triturados. En el Caribe se encuentra la playa blanca de Macao en Punta Cana y al sur de Australia se encuentra la que se considera playa más blanca del mundo.
Esta arena procede de la lava volcánica triturada por la erosión a través de los años. Se encuentra en playas cerca de territorio volcánico, como la playa Las Gaviotas de Tenerife o la de Vik al sur de Islandia.
El color verde es poco usual y se debe al mineral olivino, de ese color. El olivino es una roca ígnea rica en silicio procedente de volcanes submarinos. En el caso de la playa Papakolea de Hawái, el olivino proviene del cono de cenizas de Pu’u Mahana, un volcán de 49.000 años de antigüedad en el suroeste de la grieta de Mauna Loa.
Otro color muy poco usual, que provine en este caso del carbonato de calcio de minúsculos invertebrados conchas y residuos de coral. Una playa de este color es la de Tangsi en Lombok (Indonesia).
Otro color raro. Color violeta proveniente del granate rico en manganeso. Un ejemplo es la playa de Pfeiffer en California.
Color producido por un alto contenido en hierro junto con la ausencia de roca volcánica que podría oscurecer el sedimento. La Bahía de Ramla, en Malta, es famosa por tener este color.
Color debido a un alto porcentaje de hierro en el sustrato. Son ejemplos la playa de Kokkani en Grecia y la pequeña playa de Kaihalulu en Hawái.
Hermosas playas repartidas por el mundo. Aunque la mayoría se tenga que conformar con la típica playa de arenas doradas.
¡Qué se le va a hacer!..
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