Los problemas sexuales no tienen porqué ser solo físicos. También, en muchas ocasiones, dependen de nuestro equilibrio emocional. Cuando no nos encontramos en las condiciones emocionales o mentales para poder disfrutar delsexode manera completa, entra en juego el papel del terapeuta sexual.

Uno de los principales problemas para acudir a un terapeuta es la eyaculación precoz masculina. El terapeuta sexual ayudará a establecer pautas y rutinas sexuales, que permitan solucionar el problema. En el caso de las mujeres, el vaginismo y la anorgasmia se tratan de manera similar, y en ambos casos se intenta ahondar en las posibles causas psicológicas o vitales que pueden determinar una vida sexual insatisfactoria.
Igualmente, es importante que acudan a terapia sexual las personas que hayan sufrido un trauma sexual que les impida disfrutar de las relaciones íntimas, como mujeres violadas o de las que hayan abusado en la infancia. También los individuos con depresión pueden también experimentar una disminución delapetitosexual, o incluso bloquear su capacidad de disfrute.

A pesar de todo esto, también se debe considerar la terapia sexual como una manera de mejorar la comunicación sexual en la pareja, y recuperar su conexión. Encontrar maneras de revitalizar la vida sexual es una excelente opción para asegurar la continuidad de la relación.




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