MANILA/AP - Manny Pacquiao recibió una calurosa
bienvenida ayer sábado a su regreso a las Filipinas pese a haber perdido
uno de sus ocho títulos en una decisión controversial frente al
estadounidense Timothy Bradley.
Pacquiao, que regresó para ayudar a las
víctimas de inundaciones en su provincia natal a la que representa en el
Congreso, recibió una lluvia de papel picado, aunque la bienvenida esta
vez fue mucho menos festiva que las anteriores en que volvió
victorioso.
Haber perdido el título welter es pasable
"porque soy ganador en el corazón de la gente y soy ganador en el
corazón de Dios", dijo en una conferencia de prensa en la que hombres
vestidos de gladiadores formaron una guardia de honor.
Posteriormente dijo a la televisión GMA que
había pedido a sus partidarios que se saltearan la tradicional
bienvenida a su regreso para concentrase en las víctimas de las
inundaciones. Dijo que ya había despachado suministros de ayuda antes de
su regreso.
Pacquiao concurrió a la iglesia católica en
el distrito de Quiapo, en Manila, donde instó a los feligreses a aceptar
la decisión de los jueces de su pelea y evitar toda indignación.
La mayoría de los observadores supuso que Pacquiao había defendido fácilmente su título welter.
Pacquiao interrumpió sus vacaciones con su
familia en Estados Unidos para ayudar a miles de víctimas de
inundaciones en su provincia.




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