sábado, 23 de junio de 2012

Sustituto de Lugo dice trabajará para limpiar imagen de Paraguay ,

ASUNCION (AP) — El nuevo presidente paraguayo Federico Franco, quien relevó la víspera al destituido Fernando Lugo en un rápido juicio político, objetó el sábado que en su país se haya dado un golpe de estado y pidió comprensión ante el malestar de gobiernos sudamericanos que condenaron ese proceso.
Para Franco, el gran reto inmediato será aplacar el sinsabor de gobiernos vecinos y del continente que cuestionaron duramente el veloz juicio político y la salida de Lugo. Incluso, Argentina, Bolivia, Ecuador y Cuba dijeron que lo que se dio en Asunción fue un golpe de estado y que no reconocerán al nuevo mandatario.
"Unasur (Unión Sudamericana de Naciones) tomará su decisión y recibiremos la notificación; veremos los argumentos de la advertencia de sanción. Paraguay es libre, soberano e independiente", explicó Franco en una conferencia de prensa con medios extranjeros, en la que aceptó sólo seis preguntas. "Esperamos que Unasur y Mercosur comprendan esta situación de crisis".
"No hemos sido reconocido aún por ningún país, pero aquí el país está tranquilo", añadió Franco, aclarando que no tenía mucho tiempo para las entrevistas porque está en la conformación del gabinete ministerial.
Franco, de 49 años y que fungía como vicepresidente, fue juramentado el viernes como el nuevo mandatario luego de que el Senado, en una sesión de apenas algunas horas, destituyó a Lugo por mal desempeño en sus funciones. Al nuevo gobernante le corresponderá concluir lo que resta del mandato de Lugo, quien debía entregar la presidencia en agosto del 2013.
Franco informó de inmediato la designación del diplomático José Félix Fernández, ex canciller entre 1999 y 2002, como nuevo ministro de Relaciones Exteriores, "cuya principal tarea es ir a Brasil, Argentina y Uruguay para dialogar con sus autoridades acerca de la legalidad y legitimidad de este cambio en la conducción del país".
Paraguay integra el Mercosur con Argentina, Brasil y Uruguay. Estas cuatro naciones también forman parte de la Unasur junto a Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela.
Los presidentes de Ecuador, Venezuela y Argentina, cada uno por su lado, anunciaron que solicitarán la expulsión de Paraguay de esos bloques.
Franco dijo que su canciller irá con un mensaje claro a Argentina, Brasil y Uruguay: "Aquí no hubo ningún quiebre democrático. La alternancia de mando a través del juicio político está establecida en la constitución nacional".
El nuevo líder, que mantuvo diferencias con Lugo, prometió que "pagaremos los compromisos de la deuda externa contraídos por los gobiernos anteriores y tendremos un respeto irrestricto hacia la propiedad privada y la producción".
En un mensaje que pareció enviar a su vecino Brasil, aseguró que "los 80.000 colonos brasileños que producen la tierra en el Alto Paraná (en la frontera con el estado brasileño Paraná) pueden estar tranquilos... este gobierno desde 2008 es el único que se ocupó de ellos agilizando los trámites de radicación y naturalización".
En Quito, el presidente Rafael Correa aseguró que independientemente de la decisión de Lugo de aceptar su destitución, Ecuador "no reconocerá a ningún presidente que no sea Fernando Lugo Méndez".
Agregó que la medida se adopta por el pueblo paraguayo y en rechazo a lo que consideró como "patrañas ilegítimas con supuestas envolturas de formalidades legales pero que atentan claramente a la democracia".
"En ocho meses habrá elecciones en Paraguay y el gobierno que salga de esas elecciones... será ahí sí reconocido por el gobierno ecuatoriano", dijo durante su programa de radio y televisión pregrabado y transmitido el sábado.
Para Cuba, "este golpe se suma a la larga lista de atentados contra la autodeterminación de los pueblos latinoamericanos, siempre realizados por las oligarquías con la autoría, la complicidad o la tolerancia del gobierno de los Estados Unidos", señaló una declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores cubano enviada por correo a la AP.
Organismos internacionales de derechos humanos también reprocharon lo sucedido en Paraguay.
"Es una parodia de la justicia y un atropello al Estado de Derecho remover a un presidente en 24 horas, sin garantías para defenderse", expresó el sábado a periodistas en Washington el secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), Santiago Canton.

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