En Bonao, fue asesinado a tiros Nicaury Núñez Collado, de 21 años, durante una balacera en la calle Cayo Báez del sector Los Transformadores. En menos de 48 horas es la segunda muerte y la quinta en solo un mes, al parecer en la lucha que libran bandas rivales en ese municipio.
El vigilante muerto respondía al nombre de Lucilo Noesí, de 70 años, ultimado al parecer con su propia arma al resistirse a un atraco. Noesí laboraba como custodia en una empresa de telefónica. Tras propinarle varios disparos, los malhechores cargaron con la escopeta propiedad de la compañía donde laboraba el vigilante.
Mientras que en Jarabacoa, el rifero Ángel Ramos Marte, de 62 años, fue asesinado a tiros para despojarlo de una indeterminada suma de dinero. La Policía investiga las circunstancias en que ocurrió el hecho de sangre.
Las tres víctimas resultaron muertas la noche del lunes, según reportaron las autoridades policiales, quienes profundizan los casos.
En otro hecho, un adolescente identificado como José Manuel Hernández, de 18 años, se debate entre la vida y la muerte al ser impactado de un disparo en la cabeza en el municipio de Jánico. Hasta el momento no se ha podido establecer si se trató de un accidente o alguna persona actuó en el hecho. Hernández permanece ingresado en la unidad de emergencia del hospital regional José María Cabral y Báez.
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