viernes, 8 de octubre de 2010

Texas blanqueó 6-0 a Tampa.

De Diario Libre
SAINT PETERSBURG. Michael Young conectó un jonrón de tres carreras después de una controversia por lo que pareció el tercer strike, y los Rangers de Texas blanquearon ayer 6-0 a los Rays de Tampa Bay para tomar una ventaja de 2-0 en la serie divisional de la Liga Americana.

C.J. Wilson se llevó el triunfo por los Rangers, que están a punto de ganar su primera serie de postemporada, gracias a dos buenas actuaciones de sus abridores.

Texas es la única franquicia de las Grandes Ligas que nunca ha ganado una serie de playoffs. Tras conseguir dos victorias de visitantes, los campeones de la División Oeste pueden cambiar esa situación el sábado, cuando la serie se mude al Rangers BallPark.

Ian Kinsler conectó también un cuadrangular por los Rangers, que están en la postemporada por primera ocasión desde 1999 y no habían ganado un duelo de los playoffs en 14 años, antes del miércoles, cuando Cliff Lee maniató al bateo de los Rays en casa.

Wilson lució igual de impresionante, al tolerar apenas dos imparables en seis entradas y dos tercios. Recibió un sencillo de su primer enemigo en el encuentro, Jason Bartlett, y en los siguientes cinco innings limitó a los Rays a sólo tres embasados, por un error, un pasaporte y un pelotazo a un carabinero.

El dominicano Willy Aybar pegó un doblete en la séptima entrada para el segundo hit contra el abridor de Texas, quien abandonó la lomita cuando había corredores en segunda y tercera. Darren O'Day ponchó al emergente Matt Joyce y Darren Oliver sacó cuatro outs para finalizar la faena de dos inatrapables, ante 35.535 espectadores.

Los Rangers, que durante mucho tiempo han contado con buenos bateadores en su alineación, parecen tener ahora el talento suficiente en el montículo para aspirar a algo en la postemporada.

"Hoy la noticia fue nuestro pitcheo", dijo Young.

Los Rays, cuyo promedio de bateo, de .247, fue el más bajo de un club de la Americana que haya llegado a los playoffs desde los Atléticos de Oakland de 1981, fueron limitados a ocho hits en dos encuentros en el Tropicana Field, donde tuvieron una de las mejores fojas de las mayores en la campaña.

El pitcheo de Texas abanicó a 23 bateadores en dos días, algo que no es sorpresivo. Los 1,292 ponchetes que se llevó Tampa Bay en esta campaña representaron la mayor cantidad por parte de un equipo de Grandes Ligas que haya llegado a la postemporada.

Por Texas, los dominicanos Vladimir Guerrero, de 4-0, con una anotada; Nelson Cruz, de 4-2. Por los Rays, Willy Aybar, de 4-1.

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