Gardenia Mendoza Aguilar/La Opinión MÉXICO — Siete muchachos, de 25 años de edad en promedio ,fueron masacrados tras un intercambio de insultos con una banda de desconocidos que se dio a la fuga tras disparar a las víctimas que se encontraban en una tienda de abarrotes del populoso barrio de Tepito, en el centro del Distrito Federal.
Los hechos se dan en un contexto de violencia generalizada en el país que de norte a sur han dejado más de un centenar de muertos en la presente semana, entre ellos 49 jóvenes ejecutados en cinco eventos masivos en Ciudad Juárez, Tijuana, Nayarit, Guerrero y la Ciudad de México.
La capital mexicana se ha mantenido al margen de balaceras, persecuciones y escaramuzas del narcotráfico en las calles por lo que la masacre de ayer conmocionó a una indiferente opinión pública local acostumbrada a ver de lejos los saltimbanquis de AK47 y R15 más comunes en el norte del país.
El jefe de gobierno, Marcelo Ebrard, quien se encontraba en Paris en una gira de trabajo, instruyó por la madrugada a su gabinete de seguridad a disponer de "todos los recursos a su alcance" para esclarecer los hechos ocurridos a la media noche que dejaron un reguero de casquillos nueve milímetros y 2.23 en una zona con al menos una década de narcomenudeo que las autoridades no han podido controlar.
"Estamos declarando ya a algunos de los familiares, pero es una zona complicada, es una zona que hay que trabajar con mucho cuidado, con mucho tacto", dijo al respecto el procurador de justicia local Miguel Ángel Mancera.
Tres horas después de los hechos en el DF, pero al extremo norte del país, un comando armado atacó tres camionetas que transportaban personal de la industria maquiladora Eagle Ottawa, donde murieron cinco mujeres obreras y 14 más resultaron heridas en una racha más de asesinatos en Ciudad Juárez y sus alredededores.
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