Nueva York, (EFE).- La llegada de diciembre trajo hoy a Nueva York y sus alrededores fuertes vientos que, acompañados de intensas lluvias, causaron la muerte de una persona y obligaron a restringir el tráfico rodado, cortaron el ferroviario en algunos puntos y provocaron enormes retrasos en el aéreo.
El incidente más grave del que se tiene noticia es el ocurrido en la localidad de Macopin Road, en el vecino estado de Nueva Jersey, donde un hombre murió después de que la rama de un árbol fuera arrancada a causa del viento y cayera encima de su coche, donde también se encontraba su mujer, que resultó gravemente herida, según confirmó la Policía local.
Las autoridades ya habían advertido de que se esperaban fuertes vientos, de más de 80 kilómetros por hora, desde la pasada madrugada, por lo que activaron las correspondientes alertas e incluso acordaron restringir el tráfico rodado en determinados puentes de Nueva York.
Así, hoy no circulaban camiones por el puente Verrazano, que, con sus casi 1,3 kilómetros, une los barrios neoyorquinos de Brooklyn y Staten Island y es mundialmente conocido por ser el punto de partida de la Maratón de Nueva York.
Estas restricciones en uno de los puentes colgantes más largos del mundo provocaba importantes atascos en otras autovías de la ciudad, así como la limitación de 35 millas por hora (56 kilómetros por hora) establecida para todo el tráfico rodado en otros puentes como el Robert F. Kennedy, que une Harlem, Queens y El Bronx.
La misma limitación se estableció para otros puentes que conectan los barrios de Queens y El Bronx, como los de Throgs Neck y Whitestone, según detalló la Autoridad de Autopistas del Estado de Nueva York, que también recomendó a los motoristas y conductores de grandes vehículos o camiones vacíos que se abstuvieran de tomar algunos otros como el de Tappan Zee.
El tráfico ferroviario también se resintió, especialmente en la conexión de Manhattan con el aeropuerto de Newark, que hubo de suspenderse en ambos sentidos por daños en la red, al tiempo que las autoridades pedían también a los trabajadores de la construcción que aseguraran todo el material susceptible de salir volando por el viento y que no realizaran trabajos de altura.
A todos los problemas causados por el viento se sumaban los de las intensas lluvias, que en Manhattan no han cesado desde la una de la madrugada hora local y no se espera que vayan a hacerlo en las próximas horas.
Las autoridades incluso advierten de que, debido a las elevadas temperaturas máximas, podría darse alguna tormenta eléctrica, algo muy poco habitual en Nueva York durante el mes de diciembre, lo que a continuación podría derivar en una drástica bajada de las temperaturas hasta niveles que no se vivían en Nueva York desde el febrero.
Mientras, se ha registrado algunos cortes eléctricos que han dejado sin luz a miles de familias en comunidades del norte de la ciudad de Nueva York, sobre todo en el valle del río Hudson, y algunos vuelos han tenido que ser desviados a Boston.
Según las autoridades, en el aeropuerto de Newark el retraso medio de los vuelos alcanza ya las 4 horas y 31 minutos, mientras que en el de JFK es de 3 horas y 56 minutos y en el La Guardia de 2 horas y media.
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