“Llamen al 911”, fueron las últimas palabras que
exclamó Julissa Sánchez en un fallido intento de lograr auxilio momentos
antes de que su expareja le cegara la vida de un disparo y luego se
suicidara, en el sector El Cachón, de Sabana Perdida.
Vecinos de la víctima cuentan que cerca de las 7:00 de la mañana de ayer se encontraban dentro de sus hogares cuando escucharon el grito desesperado de la adolescente de 17 años, el cual fue inmediatamente silenciado por el estallido de dos disparos.
Relatan que al salir de sus viviendas se encontraron con los cuerpos sin vida de Julissa y su expareja, identificado como Junior Martínez, de 25 años, que yacían sobre el barro de la calle frente al pequeño apartamento donde la joven madre residía desde hace tan solo 15 días, luego de haberse separado de Martínez, quien era el padre de uno de sus hijos. Según los moradores, Martínez iba constantemente a la residencia tratando de reconciliarse con ella. Sin embargo, el pasado domingo ambos habían tenido una acalorada discusión luego de que Martínez llegara a la casa insistiendo violentamente que le abrieran la puerta. Aseguran que la adolescente accedió a dejarlo pasar pero se notaba visiblemente nerviosa, a tal punto de que se negó a estar dentro de la casa a menos que la puerta permaneciera completamente abierta.
De acuerdo con Daniela y Deyanira Astacio Sánchez, hermanas de la víctima, aquella discusión se originó luego de que Julissa le comunicara a su expareja su decisión de ir a vivir a Bávaro, y tuvo como resultado que se fuera a dormir la noche del lunes a casa de una tÓa por temor a lo que este pudiera hacerle tras la noticia. Ya dispuesta a marcharse a Bávaro, la joven regresó la mañana del martes a su vivienda en busca de su ropa y otros bienes, pese a las advertencias de sus familiares.
“Ella vino aquí y cogió un bulto para ir a buscar sus cosas. Nosotras le dijimos que tuviera cuidado que a lo mejor él podía estar allí esperándola, pero ella no nos hizo caso y se fue”, explicó Daniela, quien reside en una casa próxima a donde vivía su hermana.
Relatan que ambos habían tenido dos años de relación, luego de conocerse en una banca de lotería donde ella trabajaba y él hacía de mensajero. Sin embargo, precisan que fue una relación tortuosa, porque Martínez frecuentemente discutía con ella por razones de celos, y que ese temperamento suyo fue lo que finalmente causó la separación.
Julissa Sánchez era la menor de cinco hermanos oriundos de Santo Domingo. Dejó en la orfandad a dos hijos, uno de ocho meses producto de su relación con Martínez y una hija de dos años de una relación anterior.
Junior Martínez dejó dos mensajes en su cuenta en la red social Facebook: uno dedicado a su hijo y otro que presagiaba su destino.
Vecinos de la víctima cuentan que cerca de las 7:00 de la mañana de ayer se encontraban dentro de sus hogares cuando escucharon el grito desesperado de la adolescente de 17 años, el cual fue inmediatamente silenciado por el estallido de dos disparos.
Relatan que al salir de sus viviendas se encontraron con los cuerpos sin vida de Julissa y su expareja, identificado como Junior Martínez, de 25 años, que yacían sobre el barro de la calle frente al pequeño apartamento donde la joven madre residía desde hace tan solo 15 días, luego de haberse separado de Martínez, quien era el padre de uno de sus hijos. Según los moradores, Martínez iba constantemente a la residencia tratando de reconciliarse con ella. Sin embargo, el pasado domingo ambos habían tenido una acalorada discusión luego de que Martínez llegara a la casa insistiendo violentamente que le abrieran la puerta. Aseguran que la adolescente accedió a dejarlo pasar pero se notaba visiblemente nerviosa, a tal punto de que se negó a estar dentro de la casa a menos que la puerta permaneciera completamente abierta.
De acuerdo con Daniela y Deyanira Astacio Sánchez, hermanas de la víctima, aquella discusión se originó luego de que Julissa le comunicara a su expareja su decisión de ir a vivir a Bávaro, y tuvo como resultado que se fuera a dormir la noche del lunes a casa de una tÓa por temor a lo que este pudiera hacerle tras la noticia. Ya dispuesta a marcharse a Bávaro, la joven regresó la mañana del martes a su vivienda en busca de su ropa y otros bienes, pese a las advertencias de sus familiares.
“Ella vino aquí y cogió un bulto para ir a buscar sus cosas. Nosotras le dijimos que tuviera cuidado que a lo mejor él podía estar allí esperándola, pero ella no nos hizo caso y se fue”, explicó Daniela, quien reside en una casa próxima a donde vivía su hermana.
Relatan que ambos habían tenido dos años de relación, luego de conocerse en una banca de lotería donde ella trabajaba y él hacía de mensajero. Sin embargo, precisan que fue una relación tortuosa, porque Martínez frecuentemente discutía con ella por razones de celos, y que ese temperamento suyo fue lo que finalmente causó la separación.
Julissa Sánchez era la menor de cinco hermanos oriundos de Santo Domingo. Dejó en la orfandad a dos hijos, uno de ocho meses producto de su relación con Martínez y una hija de dos años de una relación anterior.
Junior Martínez dejó dos mensajes en su cuenta en la red social Facebook: uno dedicado a su hijo y otro que presagiaba su destino.
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