domingo, 25 de abril de 2010

Restauran yate en el que desembarcó Caamaño .


SANTO DOMINGO.-El motovelero Black Jack, en el que desembarcó por playa Caracoles, en Azua, el coronel Francisco Alberto Caamaño con sus ocho hombres, fue entregado este sábado restaurado por la Marina de Guerra (MdeG), al vicepresidente de la República, Rafael Alburquerque.
Justamente hoy se celebra el 45 aniversario de la Guerra de Abril, cuyo héroe fue el coronel Caamaño.

La histórica embarcación será a su vez entregada por el presidente Leonel Fernández, a la Fundación Caamaño, para ser exhibida en un museo, informó el vicealmirante Lajara Solá, jefe de la MdeG.

Los restos del yate fueron rescatados del abandono en las aguas del Mar Caribe el pasado año, gracias a la labor de búsqueda de siete buzos en las proximidades del muelle de Andrés Boca Chica.

La ceremonia de entrega fue realizada en la explanada de la Base Naval 27 de Febrero, en la que participaron oficiales generales y almirantes, superiores, subalternos y directivos de la Fundación Caamaño, entre otras personalidades importantes. De acuerdo con la institución castrense, “la restauración del yate ha quedado de forma impresionante”, dispuesta por el Jefe del Estado Dominicano.

La labor fue realizada en los Astilleros Navales de la Marina de Guerra, con la participación de los carpinteros, ebanistas, pintores y otros técnicos calificados.

Por encargo de Francisco Alberto Caamaño Deñó, la embarcación fue comprada en la isla Antigua por Hamelet Hermann y Mario Nelson Galán Durán (Juan), quien cayó en la emboscada el 22 de marzo de 1973, a los 25 años de edad, según el libro “Caracoles, la Guerrilla de Caamaño”.

El Black Jack es un motovelero de más de 13 metros de eslora (42 pies de largo), hecho de fibra de vidrio, el cual contaba con un motor de 25 caballos de fuerza.
Caamaño desembarcó el 02 de febrero de 1973, tratando de organizar una fuerza militar que impidiera que el pueblo dominicano continuara siendo víctima de la represión y el entreguismo que llevaba a cabo el gobierno de Joaquín Balaguer.

Con la preparación de sus hombres en Cuba, decidió realizar una infiltración marítima con los hombres incondicionales con los cuales contaba.

“Comprendía que la supervivencia de un grupo tan pequeño estaba en relación directa con su capacidad para movilizar a más personas; que ese grupo de vanguardia podría sobrevivir sólo si se negaba a sí mismo como tal y se ampliaba en número”, relata Hermann en su obra en la cual describe todas las vicisitudes que vivieron antes de que muriera el Héroe de Abril y casi todos sus hombres, sobreviviendo únicamente Hermann y Claudio Caamaño.


De Marisol Aquino

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