NUEVA YORK/Elnuevodiario._ Un padre dominicano de 61 años
de edad y su hijo de 23, fueron asesinados por cuatro sujetos
afroamericanos, cuando ambos, que eran comerciantes y propietarios de un
supermercado, llegaban a su casa, siendo emboscados por los matones. La
policía de Hardfort identificó a las víctimas como Esmeraldo Pérez
Mendoza Emérito) y Ramón Pérez, quienes fueron encontrados baleados en
el interior de una jeepeta Toyota Higlander color negro y modelo 2010 y
en la que se estrellaron contra un árbol después de ser gravemente
heridos.
Los investigadores arrestaron el viernes uno de
los sospechosos de los cuatro sospechosos y que fueron descritos a la
policía por vecinos que escucharon los disparos.
El hijo fue impactado por un balazo en el lado izq
uierdo de la cabeza y el papá recibió un tiro en el torso. Los muertos
eran nativos de Salcedo. Fueron ingresados en el Centro Médico Saint
Francis, donde fueron declarados muertos.
La portavoz de la policía en Hardfort, Nancy
Mulroy dijo que las pesquisas en relación a los asesinatos de los
dominicanos, sigue en curso y que los tres restantes sospechosos son
perseguidos por la uniformada.
Pero versiones de allegados a las víctimas
sostienen que los crímenes fueron pasionales, debido a que Ramón tenía
una relación con una mujer boricua quien tiene novio o marido.
Los cadáveres de los Pérez fueron trasladados a
Nueva York y fueron velados juntos en la funeraria Ortiz de la calle 190
y avenida Broadway en el Alto Manhattan y serían sepultados en el
cementerio del Distrito Municipal de Las Lagunas en Moca.
El hecho fue perpetrado en la calle Whitney al Sur de Stanford.
Un dato aportado por algunos conocidos de los
occisos y que lo comentaron en la funeraria es el de que el joven fue
baleado primero tras salir del vehículo y cuando abría la puerta
electrónica de la residencia en la que vivía con su padre y otros
parientes con una tarjeta digital.
Se dijo que el padre al verlo herido, también
salió de la jeepeta para tratar de socorrerlo y fue cuando los matones
le dispararon. La versión oficial contradice esa especie.
Antonio Pérez, hermano de Ramón dijo no creer lo
sucedido ya que su pariente aparentemente, no tenía problemas con nadie.
“Esto es una locura, mi hermano no tenía problemas con nadie”, expresó.
Los Pérez eran propietarios de una bodega situada en la esquina de las calles Garden y Westland.
La policía está pidiendo la colaboración de la
comunidad para ayudar al arresto de los sospechosos y cualquier
información puede ser suministrada a los números 1860-757-4089. o la
línea caliente 860-722-TIPS (8477).
Autor: Miguel Cruz Tejada
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