viernes, 26 de octubre de 2012

Policía hispano de Queens tenía horno para cocinar mujeres.

Nueva York/EDLP. - Las fantasías y planes criminales de un policía hispano de Queens, podrían superar por mucho la imaginativa de algunas macabras producciones hollywoodenses.
Gilberto Valle III, de 28 años y residente de Forest Hill, fue arrestado el miércoles por agentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), luego de que la agencia tomara conocimiento -en septiembre pasado- de que el veterano del N.Y.P.D por seis años, enviaba correos electrónicos desde su computadora personal discutiendo planes para secuestrar, violar, torturar, matar, cocinar y comer partes de mujeres.
Según documentos de corte, Valle, quien vivía en un edificio no identificado en Yellowstone Boulevard, en Forest Hills (Queens) indicó en conversaciones -entre el 9 y el 17 de julio- con un co-conspirador identificado en la denuncia como CC-1, que planeaba cocinar a fuego lento a una de sus víctimas potenciales (descrita como víctima 1) y mantenerla viva el mayor tiempo posible.
El policía, asignado el Cuartel 26 en Manhattan, especificó que su horno era tan grande que las chicas podrían caber con las piernas dobladas. En la conversación, Valle explica que la familia de la mujer se encuentra fuera del estado, describe un plan para sacarla de su departamento en la oscuridad sin causar alarma y luego dormirla con cloroformo, fabricado con una receta de internet que intercambió con su co-conspirador.
"Me encanta que ella este dormida justo ahora sin tener la mínima idea de lo que planeamos. Sus días están contados…", dice Valle con frialdad a su co-conspirador, quien responde: "Tú sabes que no podemos dejar ningún residuo de ella tenemos cerca de 75 libras de comida aquí".

Esposa dio la alerta

Según la agencia Associated Press, la esposa de Valle, Kathleen, contactó a las autoridades de la ley tras descubrir un material en la computadora de su marido que la perturbó. El FBI y la oficina de asuntos internos del NYPD confiscaron la computadora y encontraron los correos electrónicos sobre el complotque fueron intercambiados con residentes en otros países y fueron enviados a enviados a un tipo de "chat" fetichista.
El FBI encontró además un documento titulado "Plan maestro para secuestrar y cocinar", que incluye el nombre de la víctima (no identificada en la denuncia), fecha de nacimiento, peso, altura, talla de brasier y los materiales que necesita.
El 19 de julio, Valle indica a su co-conspirador que comerá con una víctima potencial. El 22 de julio, el policía toma el lunch con una mujer en un restaurante, según lo señalan documentos de corte; sin embargo, no hay información de que alguna fémina sufriera daño.
De acuerdo con la denuncia penal, el 28 de febrero, Valle sostuvo conversaciones con otro co-conspirador descrito como CC-2. El funcionario se ofreció a secuestrar a una mujer (identificada como víctima 2) por $5,000 argumentando que prefiere no participar en su violación.
"Es toda tuya. Tú estás pagando por ella…", escribió el uniformado. "Yo estoy poniendo mi cuello en la línea…tú necesitas asegurar que ella no será encontrada".
Valle se mantuvo firme en no negociar un precio menor por el secuestro y describe su excitación por noquearla, amordazarla y meterla en una maleta.
"Será muy duro contenerme cuando la golpee, pero yo aspiro a ser un secuestrador profesional y así son los negocios".
El FBI explica que investigaciones posteriores arrojaron que Valle hizo y recibió llamadas en el área donde vivía la víctima que sería secuestrada, en Manhattan. Cuando los agentes la entrevistaron, la mujer dijo no conocer al policía.
La denuncia indica que el uniformado tenía archivos con información de unas 100 mujeres, de la cuales 10 afirmaron conocer a Valle.
Según la investigación, Valle accedió sin autorización al Centro Nacional de Información sobre el Crimen (NCIC) en mayo, y obtuvo información de una mujer que coincidía con los archivos personales hallados en su computadora.
Valle fue acusado en la Fiscalía Federal de Manhattan de un cargo de conspiración para cometer secuestro, que conllevaría a una sentencia máxima de cadena perpetua y una multa de hasta $250 mil. También enfrenta un cargo de acceso no autorizado a una base de datos de una agencia oficial, lo que implicaría una pena máxima de cinco años y una multa de hasta $250 mil.
"No puedo creer que un policía que trabaja en mi vecindario pueda tener una mente torcida para planear atrocidades", dijo la dominicana Luvina Rodríguez, vecina del Cuartel 26.

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