La emisora Radio Santa María, propiedad de la Iglesia Católica,
destaca en su editorial de este miércoles el clamor nacional de
oposición a que la minera canadiense Xstrata Nickel Falcondo explote las
reservas minerales de Loma Miranda, en La Vega, y censura que el
Gobierno, de manera irresponsable, haya derivado su facultad en técnicos
extranjeros al servicio de las Naciones Unidas y desoyera a los
nacionales.
Por ser esta emisora un símbolo para la región del Cibao y el país, y
por asumir esta acertada postura ante la situación de Loma Miranda, a
continuación reproducimos in extenso la opinión editorial de Radio Santa
María en apoyo al movimiento social contra la enajenación del recurso
nacional:
Editorial, miércoles 24 de octubre de 2012
Loma Miranda no es asunto de incapacidad
La defensa de Loma Miranda ha calado en todo el país y fuera. Sin
embargo, las autoridades dominicanas pretenden lavarse las manos ante
este acontecimiento.
El Estado ha decidido traspasar al Programa de las Naciones Unidas
para el Desarrollo (PNUD) el poder de determinar si procede o no la
explotación de Loma Miranda.
A petición del gobierno, el PNUD revisará los estudios de impacto
ambiental elaborados por la Falcondo Xstrata Nickel sobre el proyecto de
explotación de la loma.
Expertos dominicanos, miembros de la Academia de Ciencias,
determinaron la improcedencia e inviabilidad ambiental de esta
explotación.
Afirman que Miranda tiene “todos los atributos para ser declarada
como un área protegida y adelantaron que los daños serán
extraordinarios, ya que tiene los acuíferos muy importantes del país y
un alto nivel de endemismo”.
El gobierno sabe que los técnicos del Ministerio de Medio Ambiente
hicieron los estudios pertinentes, con rigor científico. Su conclusión:
que la explotación de Loma Miranda es improcedente y criminal por el
impacto negativo que causará al ecosistema.
Aun así, el Gobierno decide ignorar estos estudios y buscar expertos foráneos para evaluar nuevamente el caso.
Los técnicos miembros de la Academia de Ciencias dicen que “no
entienden por qué expertos internacionales tienen que venir a evaluar
Loma Miranda”.
Desestimar el clamor del pueblo que ha dicho que “Loma Miranda no se toca, ni se negocia” es provocación social.
Enfrentar el derecho legítimo de una nación a proteger sus recursos
naturales contra el poder internacional deja en evidencia la presencia
de intenciones clientelistas en funcionarios de este gobierno. Sin
autoridad responsable no hay nación que avance.
Loma Miranda es un Patrimonio Nacional que debe ser defendido por los
dominicanos en el Congreso Nacional y fuera de él, contra toda presión
extranjera.
¡Loma Miranda no se negocia!
El pueblo, los científicos, académicos y diputados han dicho ¡No! a la explotación de Loma Miranda.
Otorgar al Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
(PNUMA) este poder es una muestra de debilidad por parte del Estado, de
su poca credibilidad institucional, legal y constitucional.
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