El desmantelamiento provocó violentas protestas en la comunidad de Matanzas, donde los agentes de la Policía Comunitaria ofrecían su servicio a los moradores, quienes a su vez apoyaban económicamente a ese cuerpo policial.
Los manifestantes bloquearon la carretera Matanza-Palo Amarilla-y Matanza-Laguna Prieta, donde lanzaron troncos de árboles, botellas y otros escombros.
Varios de los miembros de ese cuerpo policial comunitario fueron apresados y posteriormente liberados tras ser interrogados.
Los moradores dicen estar sorprendidos con el desmantelamiento del cuartel, porque las autoridades policiales se reunían constantemente con los policías comunitarios y la comunidad.
"El general sabía que este cuartel estaba aquí porque él vino con el coronel a dar charlas a los policías comunitarios y a la comunidad", expresó Carmen Mejía, una residente de Matanzas.
De su lado, el vocero de la Policía en Santiago, coronel Lorenzo Morillo, admitió que en noviembre del 2011 visitó la comunidad de Matanzas en compañía del general Romer López para impartir una charla a la Policía Comunitaria.
"Yo sostuve una reunión en una escuela con los policías comunitarios de Matanzas, a quienes le dije que no podían usar uniformes, ni apresar personas, porque esa es una función exclusiva de la Policía Nacional", expresó Morillo.
Al menos cuatro unidades de la Policía, en compañía de un ayudante fiscal, incautaron los equipos que utilizaban los policías comunitarios en su destacamento, incluidos radios de comunicación, diplomas y uniformes.
La fiscalía
De su lado, la procuradora Fiscal del Distrito Judicial de Santiago, Luisa Liranzo, reiteró que la Policía de Servicio Comunitario de Matanzas actuaba fuera de la Ley, por lo que respalda su desmantelamiento.
La Fiscal pidió a las comunidades de Santiago canalizar sus denuncias y quejas mediante los departamentos legales establecidos por las leyes.
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