Annie Correal/EDLP/Nueva York — Oficiales electos y defensores de los derechos del consumidor celebraron ayer en Manhattan las reformas al sector de tarjetas de crédito que buscan acabar con los abusos.
Las reformas, que entraron en vigencia ayer, son parte de la Ley de Responsabilidad y Transparencia de Tarjetas de Crédito o CARD, por sus siglas en inglés.
El comisionado del Departamento de Protección al Consumidor, Jonathan Mintz, declaró, en una entrevista con EL DIARIO/LA PRENSA: “Esta ley marca el comienzo de una nueva época en que las tarjetas de crédito traten a las personas de una manera justa”.
Bajo la nueva legislación, las tarjetas de crédito no pueden aumentar las tasas de interés e imponer las nuevas tasas retroactivamente ni durante los primeros doce meses de contrato, una práctica que era común. Tienen que avisar 45 días antes de cualquier aumento de tasas o de otros cambios importantes en las condiciones.
Según el Proyecto Pew de Tarjetas de Crédito Seguras, el aumento retroactivo de tasas de interés y honorarios injustos han costado a los estadounidenses más de $10,000 millones al año. Según defensores de los consumidores, hay 1,400 millones de usuarios de tarjetas en el país.
Bajo la nueva legislación, las tarjetas tampoco pueden expandir una línea de crédito automáticamente y penalizar al cliente; tienen que hablar primero con él. Tampoco pueden exigir que se haga un pago en la madrugada o durante un día feriado ni cobrar extra por hacer un pago por teléfono. La nueva legislación también prohíbe la práctica de las tarjetas de crédito de captar a los estudiantes; una persona menor de 21 tiene que tener la firma de un adulto.
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