jueves, 25 de febrero de 2010

Castro lamenta muerte de disidente; detienen veinte opositores que protestaban..

LA HABANA/Almomento.net.- El presidente Raúl Castro lamentó este miércoles la muerte en prisión del disidente Orlando Zapata, cuyo deceso ocurrido la víspera después de meses de ayuno ha desencadenado fuertes reacciones a nivel mundial.

Sin embargo, la declaración sin precedentes por la muerte del disidente contrastó con las acciones emprendidas por agentes del estado que detuvieron temporalmente o impidieron salir de sus casas a otros críticos del gobierno comunista que pretendían participar en actividades relacionadas con el funeral.

"Castro lamentó la muerte del preso cubano Orlando Zapata Tamayo", expresó una nota colocada en el portal oficial Cubadebate y luego enviada a medios de prensa por la cancillería isleña.

Las autoridades cubanas casi nunca comentan sobre las actividades de los disidentes, que son considerados ilegítimos y una creación de Washington.


Protestaba por condiciones cárceles

La muerte de Zapata cobró relevancia mundial debido a que desde diciembre se mantuvo en huelga de hambre en protesta por las condiciones de encarcelamiento en que se encontraba, según varios disidentes.

En el pronunciamento oficial referido al fallecimiento, Castro sostuvo que en su país "no existen torturados, no hubo torturados, no hubo ejecución. Eso sucede en Guantánamo", en donde Estados Unidos mantiene una base militar y un centro de detención con docenas de acusados de terrorismo.

Opositores del gobierno se congregaron este miércoles en la casa de la activista Laura Pollán en La Habana y allí colocaron un enorme crespón negro en la puerta de la calle. Unas 30 personas se sentaron alrededor de una mesa en la que se instalaron velas blancas, fotos de Zapata y un libro de condolencias.


Arrestos son "temporales"

Pero a muchos no se les permitió participar en actividades de ese tipo. Por lo menos 20 personas fueron sometidas a "arrestos temporales", una práctica frecuente de las autoridades para disuadir a los disidentes de participar en actividades antigubernamentales, informó a la AP Elizardo Sánchez, uno de los críticos del gobierno.

A otros activistas de plano no se les permitió salir de sus casas el martes y miércoles, agregó.

Zapata, de 42 años, murió este martes en La Habana luego de haber sido trasladado desde una prisión en la provincia central de Camagüey, donde inició una huelga de hambre y ayuno a comienzos de diciembre. No se especificó si además tenía alguna enfermedad.

"Estamos realizando un velatorio simbólico debido a que el cadáver se lo llevaron a Banes (en la provincia de Holguín). Lo conocí en prisión, siempre fue un hombre decente y cooperativo que se llevaba bien con todos", dijo en casa de Pollán a la AP el disidente Carmelo Díaz, uno de los 75 opositores apresados durante una redada de 2003.

Condenadas a duras penas de prisión por recibir dinero u orientación de potencias extranjeras para destruir a la revolución, varias de estas 75 personas fueron posteriormente liberadas por razones de salud, como es el caso de Díaz.

Zapata fue también encarcelado en marzo del 2003 pero no entre los 75 y durante su estancia en la prisión se fueron agregando años a su condena.

"Esta muerte obedece a la arrogancia y la falta de capacidad de calcular las consecuencias del gobierno", comentó Sánchez.

Los restos mortales de Zapata fueron enviados a Holguín, a unos 900 kilómetros al sureste de la capital, en compañía de su madre Reina Tamayo. Varios disidentes como Martha Beatriz y Vladimiro Roca se trasladaron posteriormente al lugar.

Roca indicó por vía telefónica que el sepelio había comenzado en el poblado de Banes pasado el mediodía del miércoles, tras el arribo del cadáver.

"Esto aquí está muy tenso, la madre está muy mal y hay un gran operativo (de seguridad) desplegado", comentó Roca. Además se mostró contrariado por la declaración del presiente Castro: "Es un cinismo completo, ellos dejaron morir a Zapata Tamayo", agregó.

Juan Almeida García, un ex alto funcionario e hijo del comandante fallecido del mismo nombre, que recientemente expresó su oposición al gobierno cubano que no le permite la salida del país, envió un mensaje a su hija que vive en Miami sobre la muerte de Zapata para que ella lo distribuyera por correo electrónico a la prensa.

"Le pregunto presidente (Raúl Castro): ¿Esto a usted no le avergüenza? ¿Tendremos que llegar a esos extremos? ¿No cree usted mejor ceder, echar a un lado la soberbia para poder escuchar?", preguntó Almeida.

"Le ruego, señor, le suplico que renuncie. Lárguese de este país. Usted no merece respeto", agregó.

El gobierno español "deploró" la muerte del disidente e indicó que en Cuba existe un "déficit de derechos humanos".


Departamento de Estado se pronuncia

El Departamento de Estado en Washington aseguró que el deceso de Zapata "pone de relieve" el injusto encarcelamiento de más de 200 presos políticos en la isla.

Zapata es el segundo en morir en prisión tras una huelga de hambre en 40 años, el primero fue Pedro Luis Boitel a comienzo de los 70.

Miguel Valdés Tamayo murió poco después de haber sido liberado en 2007. Fue condenado con el "Grupo de los 75", pero excarcelado debido a su delicado estado de salud.

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