La Oficina de Atención Permanente del Distrito Nacional impuso un año de prisión preventiva en Najayo al vigilante privado acusado de asesinar a su ex pareja en la avenida Roberto Pastoriza de la capital, dejando huérfanos a dos niños que eran de una anterior relación.
La jueza Kenia Pérez también dispuso que a Yunior Familia Ramírez se le revise la medida de coerción cada tres meses. La oficina de Atención Permanente acogió el pedimento del ministerio público, representado por el fiscal Dante Castillo.
Los familiares de la occisa Bartolina Ysanna Féliz Vargas dijeron que Familia Ramírez andaba acechando a su pariente y le había dicho a una hermana de ella que la iba a matar, contradiciendo declaraciones que anteriormente dio el acusado de que no tenía esa intención.
Rosanna Emilia Sena Vargas, hermana de la víctima, demandó una investigación más profunda, tras afirmar que el acusado de matar a su hermana andaba con otra persona el día del hecho. Enfatizó que el victimario había dicho que si la víctima no era de él tampoco iba a ser de otro hombre. Mientras que Oscar Antonio Dotel, tío de la víctima, dijo que el arma que portaba el imputado era ilegal y que iba donde trabajaba la joven para amenazarla.
Previo a conocerse la medida de coerción, el vigilante privado alegó que sufre de problemas mentales, a lo cual le atribuyó el hecho del que dice estar arrepentido.
Su abogado, Héctor Acosta King pidió al tribunal que su representado sea llevado a un centro médico para establecer su estado de salud, porque padece problemas mentales como expresó su cliente.
Arrepentimiento
Mientras esperaba por la medida de coerción, Familia Ramírez dijo que quisiera suicidarse, porque ya no aguanta más por haber matado a su ex esposa. Su abogado, Héctor Acosta King, informó que solicitará al tribunal que a su representado se le lleve a un centro médico para que se determine el estado mental.
Cuando se le preguntó por qué trabajaba como vigilante privado si alega tener demencia, el imputado señaló que en la empresa no le hicieron ninguna evaluación para nombrarlo.
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