Por Rafael Alonso Rijo/Elcaribe.com La conducta ilegítima de muchos agentes de la Policía contribuye a aumentar la delincuencia y la violencia, por lo que República Dominicana se sitúa entre los países de Latinoamérica que menos confían en los cuerpos del orden.
La afirmación la hace Amnistía Internacional, que señala que la institución es percibida como “un órgano autoritario, represivo, corrupto e ineficaz que comete muchas violaciones de derechos humanos”.
En su informe en el “Cállate si no quieres que te matemos: Violaciones de derechos humanos cometidos por la Policía en República Dominicana”, Amnistía Internacional afirma que la Policía es identificada como la principal responsable de la falta de confianza de la población en la capacidad del sistema de justicia de castigar a los autores de delitos.
En sus conclusiones, la organización humanitaria señala que la Policía comete graves violaciones de derechos humanos y que los responsables casi nunca comparecen ante la Justicia, destacando que la legislación dominicana sólo reconoce la responsabilidad penal de los agentes por acciones ilegítimas, más no así la de la institución y el Estado como tal.
“Ni la Policía ni la mayoría de los cargos pertinentes del Estado reconocen la envergadura del problema que suponen las violaciones de derechos humanos cometidas por la Policía. Afirman que los abusos y las violaciones de derechos son obras de unos pocos agentes corruptos o pocos profesionales y que éstos son destituidos y llevados ante la Justicia de inmediato”, expresa.
Acusa al cuerpo del orden de ser responsable de homicidios que llaman “intercambios de disparos”, torturas, apresamientos ilegales y redadas injustificadas, entre otras violaciones a los derechos fundamentales.
“El Barómetro de las Américas 2010/Proyecto de Opinión Pública de América Latina (Lapop) revela que República Dominicana está entre los países de la región con menor nivel de confianza en la Policía. Cuando se preguntó por el nivel de confianza en 10 instituciones, las personas encuestadas de República Dominicana situaron a la Policía en el noveno lugar”, apunta.
Los resultados del Barómetro revelan que el 59.2% de los encuestados piensa que la Policía está implicada en actos delictivos, mientras que sólo el 29.6% afirma que la institución protege a la ciudadanía.
El informe sobre el país fue presentado ayer en rueda de prensa en el hotel Barceló Santo Domingo por el jefe de la delegación en la República Dominicana, Javier Zúñiga, y la investigadora a cargo, Chiara Liguori, quienes destacaron que entre los encuestados se encuentran organizaciones de la sociedad civil, de derechos humanos, líderes religiosos, profesores universitarios, periodistas, sectores marginados y víctimas de abusos policiales.
Alto nivel de corrupción
El informe de Amnistía Internacional afirma que el Gobiero y las autoridades judiciales reconocen la existencia de elevados niveles de corrupción y convivencia con delincuentes en la Policía. La organización defensora de los derechos humanos entiende que la resistencia a que las investigaciones sean dirigidas por el Ministerio Público se debe a que éstas también se usan para extorsión y soborno.
Indica que es una actitud reincidente, ya que un estudio realizado en 2008 sobre juventud y delincuencia en Los Guaricanos, en Santo Domingo Norte, confirmó que la PN y la Dirección Nacional de Control de Drogas eran cómplices en la instalación de puntos de drogas. “El presidente de la República ha mencionado en más de una ocasión que los miembros de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas estaban implicados en tráfico de drogas y otros delitos”, destaca. Precisa que en junio de 2009 el fiscal del Distrito Nacional declaró a la prensa que no descartaba la posibilidad de que miembros de la Policía y las Fuerzas Armadas formaran parte de las bandas de sicarios que operan en el país.
Conviven con delincuentes
El informe sostiene que la percepción de corrupción generalizada en la Policía, incluso de convivencia con delincuentes, es uno de los factores que contribuyen a erosionar la confianza de la opinión pública en la PN. “Se cree ampliamente que la extorsión por parte de agentes de la Policía es habitual.
En barrios urbanos con alto índice de criminalidad, líderes comuntarios y residentes contaron a Amnistía Internacional que muchos pequeños delincuentes pagan ‘cuotas’ a la Policía para evitar ser detenidos”, subraya.
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