LA HABANA.- El rockero colombiano Juanes y sus invitados, entre los que se encontraban intérpretes tan disímiles como la merenguera puertorriqueña Olga Tañón, la regaetonera estadounidense Cucu Diamante, el trovador Silvio Rodríguez, el cantante Miguel Bosé y la orquesta salsera Van Van se dieron el gusto de sus vidas al reunir en una plaza de esta capital a más un millón de personas en su concierto Paz sin Fronteras. El trovador puertoriqueño Dany Rivera, que en fecha reciente adoptó la ciudadanía domincana y es un ferviente defensor de la revolución cubana actuó en el concierto y bailó en el escenario con su paisana Tañón.
En una pausa momentánea en su actuación, Juanes fue informado por Bosé de que en ese momento acababan de romper el récord de personas reunidas en el lugar, con una concurrencia de un millón 150 almas, todas en delirio coreando las canciones más conocidas de los participantes. Por lo general escenario de concentraciones políticas durante los 50 años desde que Fidel Castro derrocó a la dictadura de Fulgencio Batista en 1959, la Plaza de la Revolución ha servido de escenario a concentraciones de apoyo a la revolución. La excepción más reciente ocurrió en 1998 cuando el extinto Papa Juan Pablo II ofició una multitudinaria misa al aire libre, a la que asistió el entonces presidente Fidel Castro, ahora alejado del gobierno por razones de salud, en la cual pidió que Cuba se abriera al mundo y el mundo se abriera a Cuba. El concierto fue organizado por Juanes como reedición del que ofreció meses atrás en la frontera colombo-venezolana en momento de crispamiento por acusaciones mutuas entre Caracas y Bogota tras la muerte en un bombardeo aéreo del número dos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en territorio ecuatoriano. Las más pintorescas declaraciones sobre el multitudinario concierto las emitió Olga Tañón, quien dijo en respuesta a las presiones de sectores radicados en el Sur de La Florida adversos al gobierno cubanos que le alegró “haber tenido los huevos para venir a Cuba”. Para los latinos en general huevos alude a los genitales masculinos y la metáfora quiere significar coraje. El concierto, que comenzó a las 2:00 de la tarde hora en la Perla de las Antillas, se extendió hasta las 7:20 de la noche con frecuentes alusiones a la necesidad de establecer un clima de paz en el mundo, justo el objetivo que se propuso Juanes, su inspirador a pesar de las amenazas de muerte que le hicieron opositores recalcitrantes del gobierno de Cuba.
En una pausa momentánea en su actuación, Juanes fue informado por Bosé de que en ese momento acababan de romper el récord de personas reunidas en el lugar, con una concurrencia de un millón 150 almas, todas en delirio coreando las canciones más conocidas de los participantes. Por lo general escenario de concentraciones políticas durante los 50 años desde que Fidel Castro derrocó a la dictadura de Fulgencio Batista en 1959, la Plaza de la Revolución ha servido de escenario a concentraciones de apoyo a la revolución. La excepción más reciente ocurrió en 1998 cuando el extinto Papa Juan Pablo II ofició una multitudinaria misa al aire libre, a la que asistió el entonces presidente Fidel Castro, ahora alejado del gobierno por razones de salud, en la cual pidió que Cuba se abriera al mundo y el mundo se abriera a Cuba. El concierto fue organizado por Juanes como reedición del que ofreció meses atrás en la frontera colombo-venezolana en momento de crispamiento por acusaciones mutuas entre Caracas y Bogota tras la muerte en un bombardeo aéreo del número dos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en territorio ecuatoriano. Las más pintorescas declaraciones sobre el multitudinario concierto las emitió Olga Tañón, quien dijo en respuesta a las presiones de sectores radicados en el Sur de La Florida adversos al gobierno cubanos que le alegró “haber tenido los huevos para venir a Cuba”. Para los latinos en general huevos alude a los genitales masculinos y la metáfora quiere significar coraje. El concierto, que comenzó a las 2:00 de la tarde hora en la Perla de las Antillas, se extendió hasta las 7:20 de la noche con frecuentes alusiones a la necesidad de establecer un clima de paz en el mundo, justo el objetivo que se propuso Juanes, su inspirador a pesar de las amenazas de muerte que le hicieron opositores recalcitrantes del gobierno de Cuba.
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