SANTIAGO. El 12 de junio de cada año se conmemora el Día Mundial Contra el Trabajo Infantil. Porque el drama de los menores que trabajan desde temprana edad es una situación que se vive a nivel mundial.
En el país decenas de niños se han hecho famosos por un trabajo muy peculiar: Pedir en las esquinas controladas por semáforos, como un medio para subsistir.
Con una mirada distante y con una apariencia que delata su condición afectiva y económica ponen sus manos caídas para pedir a quienes detienen sus vehículos ante la luz roja del semáforo, las monedas que no siempre reciben.
Es que algunas personas creen que esos pequeños son adiestrados por sus padres, quienes los usan para satisfacer en algunos casos vicios, y en otros para que mantengan el hogar.
Éste es el pensar general de la mayoría de los dominicanos.
Bastante se ha hablado de los niños que piden en las vías públicas, muchos lo consideran como “una postalita repetida”, puesto que el tema les resulta conocido.
Sin embargo, este tema no ha perdido vigencia aunque éste es el deseo de aquellos que trabajan a favor de los niños en condición de peligro.
A través de los años, más niños se suman a formar parte de esa realidad que sigue latente y que cada vez es más preocupante.
En Santiago, la avenida España es el hábitat laboral de cuatro pequeñas que cruzaron fronteras quizás con total desconocimiento de lo que les repararía el destino.
Cuatro niñas haitianas pidiendo en el semáforo es el panorama que se observa cada día en esa avenida.
Según cifras de la Organización Mundial del Trabajo, 218 millones de niños, niñas y adolescentes son víctimas de trabajo infantil.
De ellos, se estima que unos 100 millones son niñas. Muchas de las cuales realizan trabajos similares a los que desempeñan los niños, pero también suelen sobrellevar dificultades adicionales y enfrentarse a diferentes peligros.
Estas cuatro niñas del semáforo de la avenida España forman parte de esta cifra.
Los transeúntes que frecuentan el lugar dicen que les sorprende la sagacidad de esas pequeñas, que no aceptan nada que no sea dinero.
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