SANTO CERRO, La Vega. El santuario de la Virgen de las Mercedes, edificado en 1884, comenzó desde este martes a ser acondicionado para recibir a los miles de feligreses que, desde el alba de mañana, llegarán a esta comunidad.
Junto con las previsiones tomadas por las autoridades eclesiásticas y municipales, para que todo discurra en orden a pesar de la acostumbrada afluencia de personas para estas fechas, también los vendedores de efigies religiosas y de artículos comestibles comenzaron a tomar posición de los sitios estratégicos para ofertar sus mercancías.
La parroquia local, bajo la responsabilidad del padre Fausto García, ya tiene todo previsto y sólo espera que los acontecimientos comiencen a desarrollarse, a partir de la primera misa que está pautada para las 5:00 de la madrugada, la que será oficiada por el sacerdote Julio Santos Paulino.
De ahí en adelante y hasta la 1:00 de la tarde, los actos religiosos se sucederán cada dos horas, siendo los de mayor trascendencia los que oficiarán monseñor Antonio Camilo González y monseñor Ramón Abréu, a las 9:00 y las 11:00 de la mañana. También habrá misas a las 2:00, 3:00 y 4:30 de la tarde.
Toda suerte de vendedores comenzaron a instalar sus tarantines, mientras que los establecimientos comerciales debidamente ubicados en las proximidades de la iglesia también ofertan la más variada gama de productos, especialmente religiosos.
Cuadros de vírgenes y santos, además de efigies del Divino Niño, libros que invitan a conocer más la palabra de Dios, CDs con canciones religiosas, pósteres con la figura de Jesucristo y rosarios de todo tipo y tamaño forman parte de la amalgama que se oferta a los visitantes.
Lógicamente, para estos días no puede faltar la oferta de hojaldres y roquetes, tradicionales en este santuario como la costumbre misma de venir cada 24 de septiembre a rendir honores a la Virgen de las Mercedes.
Tal es el caso de la señora Alma Lidia Degracia quien, por décimo año consecutivo, vino desde Higüey para vender pequeñas imágenes de las Mercedes, velones, pulseras y rosarios.
Cuenta que al principio venían desde esa lejana ciudad del Este del país hasta siete vendedores pero que, de un tiempo a esta parte, junto con ella sólo viene Elías Mieses.
“Mantenemos nuestros pequeños negocios más por la tradición que por el dinero que nos ganamos de las ventas, además de que aprovechamos la ocasión para visitar el santuario de la Virgen de las Mercedes”, dijeron.
Por trigésimo quinto año consecutivo, desde la mañana de ayer también instaló su tarantín Juan Marcelino Disla, ofertando las hojaldres y los roquetes. Hace 42 años que nació en este lugar y recuerda que, desde que siete vende diversos productos entre los visitantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario