El "alarmante" aumento del tráfico de niños de origen haitiano al país, particularmente a Santiago (norte), en las últimas tres semanas fue denunciado el miércoles por autoridades dominicanas e instituciones no gubernamentales y de la sociedad civil.
Antia Beato, procuradora del Tribunal de Niños, Niñas y Adolescentes de Santiago, calificó de "preocupante" la gran cantidad de menores de origen haitiano que recorren las calles de esta ciudad pidiendo limosnas, limpiando zapatos y cristales de vehículos.
Dijo que la ley que creó el Código del Menor en República Dominicana es un sistema para la protección del derecho y que en ese caso deben intervenir el Ministerio Público,
Según Beato, a Migración le corresponde establecer el estatus migratorio de esos niños y niñas de origen haitiano y al CONANI insertarlos en las escuelas.
Mientras, el Ministerio Público, de acuerdo a la magistrada, tiene la responsabilidad de determinar si hay adultos que se están lucrando y explotando a esos menores.
"Nosotros estamos para garantizar los derechos fundamentales de los niños sin importar su nacionalidad, no para persecución. Determinar su situación de legalidad en el país es una tarea de Migración", insistió Beato.
De su lado, la coordinadora del programa educativo de la institución Acción Callejera en Santiago, Bentodima Jiménez, dijo que esa entidad ofrece asistencia a más de 35 niños haitianos que deambulan por las calles de la ciudad de Santiago y que están en calidad de riesgo.
Según Jiménez, los menores son transportados a
Asimismo, reconoció que el trabajo con los menores haitianos es mucho más difícil, debido a sus dificultades para aprender el idioma, insertarse a la sociedad y porque no cuentan con el apoyo de los padres.
Por su parte, el jesuita Regino Martínez, coordinador de Solidaridad Fronteriza y del Servicio Jesuita para los Migrantes Refugiados, calificó de "inhumano" el tráfico de personas.
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