¿Te cuesta ponerte tu ropa deportiva e ir al gimnasio? Pues la verdad no te culpo porque cuando uno tiene muchas obligaciones y llega a cierta edad ya no tiene la energía ni el ánimo para someterse al duro régimen del gimnasio.
No obstante, aunque no puedas seguir un entrenamiento regular puedes hacer ejercicio sin esfuerzo y sin aburrimiento. Aquí te decimos como:
- Prescinde del coche y del autobús lo más que puedas. Además de ejercitarte te evitarás el estrés de los embotellamientos y contribuirás al cuidado del medio ambiente.
- Sube y baja escaleras. Aprovecha cualquier oportunidad de moverte en la oficina, desde recoger un papel hasta hacer estiramientos en tu escritorio.
- Haz las tareas caseras pendientes. Encera el piso, lava el automóvil, remueve la nieve, saca a pasear al perro… lo que sea que te haga mover el cuerpo.
- Sal de fiesta. Baila, salta, sacude ese cuerpo… eso sí, no lo arruines con tabaco y alcohol.
- Sal a pasear el domingo. Saca tu bicicleta del garaje, date una vuelta el parque, explora el bosque o lo que quieras. La idea es ejercitar las piernas y respirar aire puro.
Como verás, el que quiere puede. No hay necesidad de complicarse la vida sino buscar las mejores opciones, y éstas lo son para mantenerse en buena forma.
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