domingo, 29 de marzo de 2009

La tradición de una bebida de Cuba producida en la RD


La Coruña, España/EFE.- Cubano y biznieto del fundador de la compañía Ron Matusalem, Claudio Álvarez dejó hace doce años su profesión de médico internista para ponerse al frente de la empresa familiar, fundada en 1872 por dos familias españolas que emigraron a Santiago de Cuba.

Por "problemas obvios", dice Álvarez, la empresa tuvo que modificar su lugar de producción y dejar Cuba para trasladar sus instalaciones a la República Dominicana, al igual que en su día hicieron otras compañías como la conocida Bacardi, el mayor productor mundial.

De Matusalem salen cada año 4,2 millones de litros envasados en 350.000 cajas de ron, de las que casi el 50 por ciento llega a España, lo que explica la visita de Claudio Álvarez, en viaje de promoción de esta bebida al país europeo, donde ha estado en seis ciudades.

Este experto en la bebida, cuarta generación al frente de uno de los rones cubanos más cotizados, asegura que pese a que el 70 por ciento de la que se consume en España es en mezclas y combinados, el número de personas que la toman en copa, sólo o con hielo, crece año a año.

Esta nueva tendencia ha incrementado las dos gamas más altas del ron, asegura, y confiesa que, por el momento, no han notado la crisis en sus ventas, pero "ya me han avisado los distribuidores de que puede llegar una caída."

De todos modos, añade, "es increíble porque precisamente en estos momentos es cuando se ha incrementado la venta de botellas de diez y quince años, las más caras."

Las sesenta personas empleadas en la planta han visto implantar las nuevas tecnologías en el proceso de producción, pero sólo en la primera fase, no en la fórmula de añejar la bebida.

"No hay nada como la fórmula antigua", porque, "si ha funcionado durante 140 años, ¿por qué cambiarla?", se pregunta Álvarez.

Un método, el Solera, que se inició en 1800 y que permanece intacto para esta productora tradicional de un ron que se envejece en dos tipos de barriles, barrica blanca americana y francesa.

Matusalem, que ya ha iniciado la transmisión de poderes a la que será la quinta generación, el hijo del actual presidente, llamado también Claudio Álvarez, no se compara a las marcas líderes del mercado.

"Lo nuestro es la calidad no la cantidad, no se puede competir con una producción de más de cuatro millones de cajas al año", señala el empresario.

Como buen cubano, alejado de su país por cuestiones políticas y de mercado, anhela regresar algún día, "es el sueño de todo cubano y cincuenta años son muchos años", dice.

A su juicio, la posible apertura del nuevo Gobierno estadounidense puede ayudar, y, "esperemos que así sea", porque "cuando sales de allí, no sabes cuando vas a poder volver."

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