Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) respondieron así a las cartas de personalidades encabezadas por la senadora opositora Piedad Córdoba, gestora de una docena de liberaciones de políticos y uniformados, que han enviado varios mensajes al grupo rebelde.
La misiva de las FARC, fechada el 28 de marzo en las montañas de Colombia y suscrita por su secretariado, o cúpula directiva, fue divulgada hoy por la página electrónica Anncol, que difunde habitualmente los pronunciamientos del grupo rebelde.
El grupo guerrillero señaló que está dispuesto a aceptar un diálogo para el intercambio, a condición de que haya una veeduría o presencia internacional.
Aunque el acuerdo humanitario para el intercambio se gestiona hace cerca de seis años, siempre ha estado supeditado a que el Estado desmilitarice una extensa área del departamento del Valle del Cauca, exigencia que el Gobierno del presidente Álvaro Uribe rechaza.
No obstante, en la carta, las FARC restaron importancia a esa exigencia de desmilitarizar los municipios de Florida y Pradera (Valle del Cauca) para diálogos previos al intercambio.
"Quisiéramos reiterarles que estamos listos para el canje de prisioneros de guerra y en disposición de no hacer del lugar de diálogo un obstáculo insalvable, privilegiando la libertad de los prisioneros", expresaron las FARC al grupo Colombianos por la paz, dirigido por Piedad Córdoba.
Para ello, pidieron "garantías efectivas" para que sus delegados Pablo Catatumbo, Carlos Antonio Lozada y Fabián Ramírez, puedan participar en las gestiones y se "definan condiciones de modo, tiempo y lugar" y se conozcan "con suficiente anticipación".
Las FARC liberaron en enero último a los políticos Alan Jara, ex gobernador del departamento del Meta; y Sigifredo López, ex diputado del Valle del Cauca; y en febrero a tres policías y un soldado.
Un año antes habían liberado a cuatro políticos cautivos gracias a los buenos oficios de Piedad Córdoba, que en un comienzo trabajó al lado del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, pero la gestión fue cancelada por Uribe por discrepancias.
En julio pasado, el Ejercito colombiano rescató a la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, también de nacionalidad francesa, a tres contratistas estadounidenses y a once militares y policías.
Con los rescates, liberaciones, fugas y muertes, el grupo de rehenes que las FARC considera "canjeables" quedó en 22 personas.
"Estamos seguros que la reciente liberación unilateral de seis prisioneros a instancias de su importante gestión, estimula el esfuerzo colectivo que busca la solución al inmenso drama que vive Colombia", le manifestaron las FARC a la senadora Córdoba.
Además, lo dirigentes de las FARC prometieron enviar pruebas de supervivencia de los militares y policías secuestrados.
También se refirieron a las peticiones para que ese grupo abandone el secuestro como fuente financiera y, tras desmentir que tengan más de 3.000 rehenes a la espera del pago de extorsiones, aseguraron que en su poder solo quedan nueve cautivos.
Por otro lado, anunciaron que el cadáver del mayor de la Policía Julián Ernesto Guevara, muerto en cautiverio, será entregado "a su madre en fecha y lugar que indicaremos más adelante cuando la situación de orden público lo permita".
Pero reclamaron que las autoridades entreguen a sus familias los restos del segundo al mando de las FARC, Luis Edgar Devia, alias "Raúl Reyes", muerto en una incursión colombiana a territorio ecuatoriano el 1 de marzo del año pasado.
De igual manera, reclamaron los restos de "Iván Ríos", otro integrante de la cúpula de las FARC, ultimado por un guardaespaldas en marzo de 2008 para cobrar una recompensa oficial.
El mayor Julián Ernesto Guevara murió en cautiverio a finales de enero de 2006, de una "rara" enfermedad, según las FARC, seis años después de haber sido secuestrado por esa guerrilla.
Asimismo, los insurgentes expresaron su confianza en "alternativas políticas hacia la elaboración del proyecto de una nueva sociedad más equilibrada, incluyente y justa".
Sin embargo, el sábado el presidente colombiano rechazó la posibilidad de dialogar, ante los últimos ataques de las FARC y dijo que se necesita "firmeza con los terroristas".
"¿Qué diálogo puede haber con estos bandidos que se lucen poniendo explosivos en la vecindad de las escuelas y en el camino de los niños? El diálogo es con la democracia. El diálogo no es con los terroristas", afirmó el mandatario.
De EFE
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