"No creo que esto sea una amenaza existencial. Pero es una seria amenaza para las comunidades y está fuera de control", afirmó.
Haciéndose eco de los comentarios de la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, en México la semana pasada, Obama calificó a la crisis de la droga en el sur de Estados Unidos como una "calle de doble vía" alimentada por la demanda de droga de Estados Unidos y la disponibilidad de armas. "Debemos reducir la demanda de droga. Debemos hacer nuestro esfuerzo por reducir el flujo de dinero y las armas en el sur", dijo.
Funcionarios del gobierno anunciaron la semana pasada planes de enviar 360 agentes federales más y funcionarios a la frontera para concentrarse en el movimiento de droga y armas y fortalecer la seguridad e inteligencia en la frontera.
Obama dijo que el gobierno consideraba llamamientos a tropas de la guardia nacional en la frontera. "Pero antes queremos evaluar si algunos de los pasos que dimos pueden ayudar a disipar la violencia", dijo. "Y queremos asegurarnos de que estamos consultando lo más efectivamente posible al gobierno mexicano para avanzar con esta estrategia".
Clinton dio este mismo mensaje la semana pasada en México, prometiendo colaborar con el gobierno de Felipe Calderón en la lucha contra los poderosos carteles de la droga.
Asimismo se comprometió a proveer a México 80 millones de dólares para comprar helicópteros Blackhawk con el objetivo de perseguir a estos grupos.
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