Nueva York.- Varios oficiales policiales de
puesto en el precinto 48 de El Bronx (450 Cross Bronx Expressway con la
avenida Webster) y asignados, como en años anteriores a proteger,
vigilar y establecer el orden en la tradicional y multitudinaria “La
Gran Parada Dominicana”, que presiden Felipe Febles y Rosa Ayala,
trataron de boicotear el pasado domingo su desarrollo y normal
desenvolvimiento durante la celebración de su 25 aniversario a lo largo
de la avenida Gran Concourse y prohibieron que el “Festival Popular
Duartiano” terminara como estaba pautado en el citado condado.
En un documento, Febles y Ayala expresan que los
oficiales identificados por los apellidos Donelland, teniente policial,
Blanchar, sargento y los oficiales Loraine Pérez y la también sargento
Delia Cuevas, en horas de la mañana de este domingo impusieron el caos y
desorden antes de comenzar la actividad, al querer prohibir a decenas
de carrozas procedentes de diversas empresa de Nueva Jersey su no
participación, ordenándoles abandonar la establecida fila vehicular en
la avenida Grand Concourse e irse de regreso.
Luego por la mediación de algunas personalidades y
los conductores resistir la “presión policial” al no abandonar El
Bronx, las carrozas volvieron a instalarse pero de forma “dislocada”, al
igual que los grupos culturales, políticos, batton ballet, comparsas,
asociaciones deportivas y religiosas; por eso pedimos excusa a la
comunidad y a los patrocinadores, dijo Febles.
Añadió que esos oficiales policiales provocaron
malestar, maltrato y atropello, exigiéndoles documentaciones que nunca
se las habían exigido en sus 25 años presidiendo la entidad comunitaria,
“no es la primera vez que esto sucede, desde hace 15 años la policía
viene cometiendo estos acosos en contra de nosotros”, aseguró el
presidente de La Parada.
“Consideramos que esos policías no querían que
“La Gran Parada Dominicana”, donde asiste más de un millón de personas,
se realizara, al parecer, hicieron esos ataques para debilitarla por ser
la más grande de El Bronx.
Enfatizó que está al día con la documentación que
se requiere para realizar el evento cada año, “nos reunimos con la
policía, les entregamos las documentaciones requeridas y luego ellos
hacen otra cosa el día de la parada”. Debemos ponernos de acuerdo para
que esto no se siga repitiendo y los superiores de esos agentes deben
tomar acciones en su contra por estos atropellos”, indicó.
Asimismo los oficiales Donelland y Blanchar les
habían manifestado a los organizadores que no permitirían más de siete
mil personas participar del mismo, que no le interesaban hablar con su
presidente (Febles), que mantienen potestad para detener el acto y que
el próximo año llevarán al alcalde y a todo el mundo, para que los
“jefes” del desfile tengan que traer un abogado.
Subraya Febles que para concluir con todas las
actividades, que se inicia tres meses antes, se celebra el último
acontecimiento “Festival Popular Duartiano” en la avenida Clay, entre la
calle 173 y Claremont Parkway en El Bronx, y ahora el permiso era el
número 131541, expedido el pasado 15 de julio por la ciudad, con horario
de 12:00 P.M. hasta las 10:00 P.M.
“Pero esos mismos policías no dejaron a millares
de hispanos disfrutar de dicho festival, porque el teniente Donelland
llegó al extremo de apagar el generador para que los artistas no se
presentaran, y a los vendedores en los kioscos les ordenó cerrarlos
inmediatamente, so pena de botarle la comida, finalizando abruptamente
el espectáculo”, expresó Febles.
Destacó que ni en el desfile y en el festival
hubo incidentes reportados como gravedad, no existe noticia de desorden
porque los organizadores del evento tenían el control total, sentenció.
Febles y Ayala sostuvieron que todos estos
oficiales policiales (Donelland, Blanchar, Pérez y Cuevas actuaron a
espalda del comandante del precinto 48 (Patrol Borough Bronx), capitán
Larry Nikinen, quien previo a la celebración de la actividad y su
organización se mostró amable, cordial, nos reuníamos y fue abierto al
diálogo.
Febles agradeció el respaldo de la comunidad en
estos 25 años, porque siempre ha sido un despliegue de alegría
carnavalesca y cultura dominicana, respaldado por miles de dominicanos,
hispanos y otras nacionales que disfrutan en familia de la música y la
cultura criolla.
Por Ramón Mercedes/Elnuevodiario.com
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