jueves, 24 de julio de 2014

Ejecución de un reo de Arizona demoró dos horas.

Joseph Rudolph Wood, un asesino sentenciado a muerte en Arizona, agonizó por casi dos horas antes de morir durante su ejecución. La dosis de inyección letal que le fue suministrada falló.
Wood, de 55 años, falleció este miércoles a las 15:49, una hora y 57 minutos después de que la ejecución empezó, pese a que el procedimiento normal debió tomar solo 10 minutos, informó la oficina del secretario de Justicia estatal, Tom Horne.
Pese a que su defensa pidió que se aplazara el procedimiento a fin de conocer más sobre las dos drogas que se utilizarían en la ejecución, la Corte Suprema estatal negó la petición al afirmar que Arizona tiene derecho a mantener bajo secreto todo lo relacionado con las drogas que emplea.
De acuerdo con la agencia AP, durante el proceso de la muerte del reo, jadeó y se quedó si aliento al menos 600 veces, sin que fuese auxiliado.
Horas antes, los abogados también intentaron sin éxito que la Corte detuviera la ejecución, luego de que argumentaran que su cliente no fue bien representado durante su sentencia.
Wood fue condenado a muerte por los asesinatos de Debra Dietz y su padre en un taller mecánico en el año de 1989.
De acuerdo con la versión oficial de los hechos, Wood y Dietz tenían una tumultuosa relación en la que él varias veces la golpeó. El padre de la mujer intentó protegerla y evitar que la siguiera viendo, pero Wood reaccionó con enojo, disparando contra ambos.
Por su parte, los familiares de las víctimas dijeron que no tenían ningún problema con la forma en que la ejecución se llevó a cabo.
"Este hombre realizó un horrible asesinato y ustedes se preocupan por las drogas", dijo Richard Brown. "¿Por qué no le dan una bala, ¿por qué no le damos Drano?", señaló un familiar.
Mientras Wood pronunciaba sus últimas palabras, miró a los familiares de las víctimas y dijo que estaba agradecido con Jesucristo como su salvador. Luego les sonrió, lo que enfureció a la familia...

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