viernes, 14 de septiembre de 2012

El «Valle de la Muerte» en California, el lugar más caliente del planeta.

Fuente:ABC.es.-Si piensa que este verano pasó calor con los 46 grados centígrados que se alcanzaron en Córdoba piense que no es nada comparado con el verano de 1913. Aquel año se alcanzó la temperatura más alta que hasta la fecha se ha medido en la Tierra. Fueron 56,7 grados y se registraron en el desierto californiano, en el Valle de la Muerte. Durante casi cien años la comunidad científica sostenía que la temperatura máxima jamás medida se había alcanzado en septiembre de 1922 en la ciudad desértica de El Azizia, en Libia, donde el termómetro alcanzó los 58 grados. Ahora una nueva medición de la Organización Meteorológica Mundial corrige los resultados y otorga el récord al sur de California.
Según este organismo científico, se produjeron errores de bulto en la medición. Al parecer, el culpable del error fue un observador poco experimentado que pudo leer erróneamente la temperatura que marcaba el mercurio. Y este fallo se agravó al situar la estación meteorológica sobre una basa de asfalto, un material que tiende a incrementar la temperatura.
Después de analizar estos y otros factores, al revisar documentos de la época, la Organización Meteorológica Mundial ha establecido que el récord de temperatura lo tiene el Valle de la Muerte con 56,7 grados centígrados. El Aziza, a 40 kilómetros al suroeste de Trípoli, ha dejado de ser, por tanto, el lugar más caliente del planeta.

Primeras dudas

El meteorólogo Christopher Burt fue el primero en cuestionar el récord de Libia en su blog y después trató de probar la fiabilidad del dato. En su investigación empezaron a surgir errores.
Además de la hipótesis de que la ubicación de la estación y el material del suelo sobre el que se situaba pudiesen haber incrementado la temperatura, Burt estudió también los registros manuales de las temperaturas para buscar errores humanos.
«La medida de 58 grados está escrita con una caligrafía diferente a la de las entradas anteriores y parece que la persona que escribía no tenía claro en qué columna anotar las temperaturas», explicó Burt, quien apuntó a la posibilidad de que estas anotaciones fueran llevadas a cabo por un «observador novato».

Observador novato

Además, las mediciones escritas con ese tipo de letra en la base de El Azizia siempre diferían siete grados de la media de las estaciones vecinas, lo que hace sospechar a la OMM que el observador no leía correctamente el termómetro.
El aparato empleado en aquellas mediciones consistía en una barra magnética de aproximadamente un centímetro de grosor que, propulsada por la dilatación del mercurio al subir por el termómetro, ascendía o descendía para marcar la temperatura. La medida correcta en este tipo de termómetros es la que marca el extremo inferior de la barra magnética, y no el superior, que por su grosor, daría una medida de siete grados más. De ahí, esa medición extrema de los 57,8 grados que, en realidad, hubieran sido de 50,8 grados si se hubiera hecho correctamente.

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