Un conductor de un autobús escolar en Taiwán
logró dejar a los 38 niños que transportaba en lugar seguro antes de
morir tras sufrir un ataque al corazón, informaron ayer medios locales.
Lee Chih-ming, de 60 años, conducía el autobús en una calle muy transitada de la ciudad portuaria de Kaohsiung, al sur de Taiwán, cuando pareció perder el control al sufrir un infarto.
El autobús giró hacia la derecha y tras rozar a un minibús y otros vehículos aparcados, logró detenerse junto a la acera.
Ninguno de los niños del autobús resultó herido, pero el conductor, que había sufrido un infarto de miocardio, falleció del ataque cardiaco.
Lee Chih-ming, de 60 años, conducía el autobús en una calle muy transitada de la ciudad portuaria de Kaohsiung, al sur de Taiwán, cuando pareció perder el control al sufrir un infarto.
El autobús giró hacia la derecha y tras rozar a un minibús y otros vehículos aparcados, logró detenerse junto a la acera.
Ninguno de los niños del autobús resultó herido, pero el conductor, que había sufrido un infarto de miocardio, falleció del ataque cardiaco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario