viernes, 14 de septiembre de 2012

EEUU combate los viajes turísticos a Cuba.

La Habana/AP. - Cuando el gobierno de Barack Obama levantó muchas restricciones a los viajes a Cuba se pensó que una gran cantidad de estadounidenses invadirían la isla al amparo de intercambios culturales.
Pero mientras que quienes apoyaban las medidas pensaron que fomentaran un mayor entendimiento entre dos viejos rivales de la Guerra Fría, otros afirmaron que se estaba abriendo las puertas para que numerosos estadounidenses sedientos de ron y playa gastasen sus dólares en la isla y beneficiasen a su gobierno comunista. Y se movilizaron para impedirlo.
Esos sectores parecen haberse apuntado una victoria.
Varias agencias de viajes se quejan de que, un año después de que entraron en vigor las medidas de Obama, les cuesta mucho renovar sus licencias, se ven obligados a cancelar viajes, a despedir gente y pierden millones de dólares en ingresos no devengados.
Algunos agentes dicen que eso se debe al acuerdo de la Casa Blanca con el senador de ascendencia cubana Marco Rubio, algo que la oficina del legislador admite con orgullo.
El 10 de mayo entraron en vigor medidas que obligan a las agencias a justificar sus itinerarios y dar abundantes detalles de las visitas ya organizadas.
"Básicamente tenemos que justificar que cada minuto de cada día constituye un contacto de persona a persona", que es el único tipo de contacto permitido por las leyes actuales, expresó David Harvell, del Centro de Estudios Cubanos con sede en Nueva York. Dijo que la solicitud de renovación de su organización, que todavía no ha sido completada, tiene varios cientos de páginas y que las trabas burocráticas los obligaron a suspender seis viajes que tenían programados.
El tema de fondo es la naturaleza de las visitas que permite la ley.

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