LONDRES, Inglaterra/EFE.- La excesiva exposición al sol es uno de los factores desencadenantes del cáncer de piel, pero los efectos de los rayos solares pueden resultar beneficiosos en algunos tipos de cáncer, incluido aquél.
Eso es lo que se desprende de unos estudios publicados en el Journal of the National Cancer Institute de Estados Unidos y el Brtitish Journal of Cancer.
Un equipo de la Universidad de Leeds (Inglaterra) que participó en uno de los dos estudios llegó a la conclusión, aparentemente paradójica, de que un nivel elevado de vitamina D - como la que se obtiene mediante la exposición al sol- puede proteger del melanoma maligno.
Los individuos con los niveles más bajos de vitamina D en la sangre en el momento de serles diagnosticados un cáncer de ese tipo tenían un 30 por ciento más de probabilidades de recurrencia de la enfermedad después del tratamiento que las personas con los niveles más altos de esa vitamina.
Ese descubrimiento es una prueba más de los efectos beneficiosos atribuidos a la vitamina D frente a distintas enfermedades.
La falta de sol y el largo invierno en países al norte de los treinta grados de latitud, como es el caso de las islas británicas, significan que sus poblaciones padecen un déficit de esas vitaminas entre los meses de octubre y marzo.
Según la profesora Julia Newton Bishop, del Instituto de Medicina Molecular de Leeds, que dirigió el estudio sobre el melanoma, "los pacientes de melanoma tienden a evitar el sol ya que las quemaduras aumentan el riesgo de esa enfermedad".
"Los resultados de nuestro estudio indican que esos pacientes necesitan tomar vitamina D a base de consumir pescado graso o con suplementos vitamínicos a fin de asegurarse de que llegan a niveles normales".
La científica británica advierte, sin embargo, contra un consumo excesivo de suplementos de vitamina D ya que "otros estudios indican que niveles excesivos de esa vitamina son también dañinos, por lo que lo ideal es tener niveles normales".
El segundo estudio, llevado a cabo por el Dana-Farber Cancer Institute, cuyos resultados se publican en el British Journal of Cancer, indica que los enfermos de cáncer intestinal con niveles más altos de vitamina D tenían la mitad de probabilidades de morir de la enfermedad frente a los pacientes con los niveles más bajos.
Según Sara Hiom, de Cancer Rsearch Uk, que financió ese estudio, "lo importante es conseguir el correcto equilibrio entre el tiempo que uno pasa al sol y los niveles de vitamina D necesarios para la buena salud".
"Es vital protegerse de las quemaduras del sol. La gente con muchos lunares, cabellos rojos, piel pálida y un historial familiar de cáncer de piel deberían protegerse especialmente", agrega Hiom.
martes, 22 de septiembre de 2009
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