El alcalde de Bayaguana, Nelson Sosa (Opi)
está en el blanco de una intrincada investigación policial que ya le
apunta como sospechoso de haber ordenado el asesinato del regidor
peledeísta de ese municipio, Renato de Jesús Castillo, de cuyas causas
se exponen diferencias políticas, extorsión y denuncias de corrupción
administrativa en la Alcaldía que ambos compartían.
Por lo menos a esa conclusión han llegado, por el momento, las autoridades a cargo de la investigación del caso, que ya arrestaron a dos empleados del ejecutivo municipal y a otros tres hombres contra quienes una jueza de Monte Plata ya dictó orden de prisión preventiva.
Debido a la jurisdicción privilegiada del alcalde, fue ayer cuando el Ministerio Público logró que la Corte de Santo Domingo emitiera una orden de arresto en su contra y luego, se supo, le fue colocado impedimento de salida y cintillos en los aeropuertos, para evitar su fuga.
La versión que manejan los investigadores, siempre a modo de presunción, es que Sosa habría prometido un pago de 400 mil pesos por el asesinato del regidor peledeísta, a quien alegadamente responsabiliza de una investigación realizada a su gestión por la Cámara de Cuentas, que supuestamente arrojó irregularidades por unos 15 millones de pesos, según investigaciones.
Para esos propósitos, siempre conforme a los aportes preliminares establecidos durante la marcha de las pesquisas, Sosa delegó en dos de sus empleados la parte operativa del crimen: Rafael Antonio Olivo Javier, de 38 años, residente en el kilómetro 12 de la carretera Bayaguana, y Freddy Alberto de la Cruz, de 42, residente en Los Sosa, de Mata Santiago, en Bayaguana.
Estos, de su parte, habrían contratado a José Marcial Cuello (Prieto), de 34 años, y a Yorkis Severino Alberto (Coky), de 27, ambos residentes en la calle G número 23, de Los Mina, en Santo Domingo, y Dauris de la Cruz, de 18 años, quien vive en la calle 39 número 23, del mismo sector, para la ejecucion de la labor de sicariato. Se les prometió pagarles los 400 mil pesos, pero solo les fueorn adelantados 39 mil pesos en una primera partida, y 104 mil horas antes de cometer el crimen.
Sin crimen perfecto
Al menos 45 días duraron los sicarios esperando el momento para su acción, lográndolo la noche del pasado miércoles cuando Renato compartía con amigos en un colmado de la vecina comunidad Monte Plata y en un momento se dirigió a su vehículo a buscar una bebida.
Después de dispararle, los dos hombre huyeron en una motocicleta, pero en su trayecto hacia Santo Domingo la moto se averió, teniendo que llamar a un individuo identificado como “Michell”, para que los socorriera a su salida de Bayaguana. Luego, dejaron abandonado su transporte.
La Policía, que iba en su persecución, encontró la moto, que aunque no tenía placa se pudo determinar que pertenece a Dauris de la Cruz, uno de los cinco detenidos, pero sin precisar si tuvo otro grado de participación en este hecho. El suceso sirvió de hilo conductor al apresamiento de los autores materiales del crimen.
La mañana del viernes pasado, una persona, de apodo “Coky”, recibió otros 145 mil pesos por su participación. En la ocasion le acompañaba de Michel, quien hasta anoche estaba prófugo.
Por lo menos a esa conclusión han llegado, por el momento, las autoridades a cargo de la investigación del caso, que ya arrestaron a dos empleados del ejecutivo municipal y a otros tres hombres contra quienes una jueza de Monte Plata ya dictó orden de prisión preventiva.
Debido a la jurisdicción privilegiada del alcalde, fue ayer cuando el Ministerio Público logró que la Corte de Santo Domingo emitiera una orden de arresto en su contra y luego, se supo, le fue colocado impedimento de salida y cintillos en los aeropuertos, para evitar su fuga.
La versión que manejan los investigadores, siempre a modo de presunción, es que Sosa habría prometido un pago de 400 mil pesos por el asesinato del regidor peledeísta, a quien alegadamente responsabiliza de una investigación realizada a su gestión por la Cámara de Cuentas, que supuestamente arrojó irregularidades por unos 15 millones de pesos, según investigaciones.
Para esos propósitos, siempre conforme a los aportes preliminares establecidos durante la marcha de las pesquisas, Sosa delegó en dos de sus empleados la parte operativa del crimen: Rafael Antonio Olivo Javier, de 38 años, residente en el kilómetro 12 de la carretera Bayaguana, y Freddy Alberto de la Cruz, de 42, residente en Los Sosa, de Mata Santiago, en Bayaguana.
Estos, de su parte, habrían contratado a José Marcial Cuello (Prieto), de 34 años, y a Yorkis Severino Alberto (Coky), de 27, ambos residentes en la calle G número 23, de Los Mina, en Santo Domingo, y Dauris de la Cruz, de 18 años, quien vive en la calle 39 número 23, del mismo sector, para la ejecucion de la labor de sicariato. Se les prometió pagarles los 400 mil pesos, pero solo les fueorn adelantados 39 mil pesos en una primera partida, y 104 mil horas antes de cometer el crimen.
Sin crimen perfecto
Al menos 45 días duraron los sicarios esperando el momento para su acción, lográndolo la noche del pasado miércoles cuando Renato compartía con amigos en un colmado de la vecina comunidad Monte Plata y en un momento se dirigió a su vehículo a buscar una bebida.
Después de dispararle, los dos hombre huyeron en una motocicleta, pero en su trayecto hacia Santo Domingo la moto se averió, teniendo que llamar a un individuo identificado como “Michell”, para que los socorriera a su salida de Bayaguana. Luego, dejaron abandonado su transporte.
La Policía, que iba en su persecución, encontró la moto, que aunque no tenía placa se pudo determinar que pertenece a Dauris de la Cruz, uno de los cinco detenidos, pero sin precisar si tuvo otro grado de participación en este hecho. El suceso sirvió de hilo conductor al apresamiento de los autores materiales del crimen.
La mañana del viernes pasado, una persona, de apodo “Coky”, recibió otros 145 mil pesos por su participación. En la ocasion le acompañaba de Michel, quien hasta anoche estaba prófugo.
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