sábado, 29 de noviembre de 2008

De estiércol a combustible



BBC Mundo
Verónica Psetizki /San José, Uruguay
En un tambo, donde las vacas comen día y noche en la pradera y son ordeñadas para la producción de leche y quesos, se generan diariamente kilos y kilos de bosta. Por eso, cuando a la familia Lecchini, productora de quesos del departamento de San José en Uruguay, le propusieron convertir parte de los desechos de sus animales en biogás, le pareció una idea que no podía dejar pasar.
El biogás es una mezcla de metano y dióxido de carbono, producido por la fermentación bacteriana de residuos orgánicos, que se utiliza como combustible.
"Todo lo que sea innovación nos encanta", dijo a BBC Mundo Miguel Lecchini, quien junto a su esposa, su hijo y la novia de éste, trabajan de lunes a domingo en el tambo. "Es una experiencia muy linda y además nos significa un ahorro de dinero importante", agregó.
Combustible y fertilizante natural
Desde hace un año y medio, el pequeño establecimiento de la familia Lecchini es uno de los seis tambos uruguayos que aprovechan la materia fecal de sus vacas para convertirla en energía y, a la vez, en biofertilizante, un abono orgánico.
Se trata de un proyecto que obtuvo fondos del Programa de Pequeñas Donaciones (PPD), una institución que funciona en países en desarrollo, financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
El objetivo es mitigar el cambio climático a través de la generación y el uso de energías alternativas a pequeña escala.
"Cuando la bosta se degrada genera metano que se libera a la atmósfera", explicó a BBC Mundo Virginia Mesa, del PPD, quien remarcó que el metano genera 20 veces más efecto invernadero que el dióxido de carbono. "Con esta técnica el metano no sólo no contamina sino que al liberarse dentro del biodigestor produce gas que sirve como combustible para ser usado en el tambo", indicó.
Ahorro
Lecchini destacó que sustituyeron el uso de gas líquido proveniente del petróleo por el biogás en algunos procesos, como calentar la leche para la elaboración de quesos y para alimentar a los terneros, y calentar agua para lavar las máquinas de ordeñe.
Los tamberos no se arrepienten de haber implementado esta técnica, ya que si bien les representa cierto trabajo adicional, les permite ahorrar en combustible.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ojala algun politico domonicano lea este reponte ,asi pueden hacer algo bueno...Renegado