jueves, 20 de noviembre de 2014

Nueva York se prepara para otra gran nevada.

AP
Nueva York
Una nueva ráfaga de nieve con "efecto lago" empezó a azotar Buffalo el jueves, agravando la situación de una ciudad que ya está sepultada en una épica y letal nevada que podría dejar zonas con más de 2,4 metros (8 pies) de nieve para cuando termine.
Pero las penurias meteorológicas de la ciudad aún no han terminado. Las previsiones dicen que un rápido aumento de las temperaturas el fin de semana, con termómetros que podrían alcanzar hasta los 15 grados Celsius (60 grados Fahrenheit), y la fuerte lluvia podría convertir toda esa nieve en inundaciones.
"Esta es una situación extraordinaria", dijo el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, a periodistas tras realizar una visita por la región el miércoles y hablar con los transportistas que habían pasado más de 24 horas atrapados en la carretera. "Empeorará antes de mejorar".
Incluso para Buffalo, un lugar que normalmente se cubre de nieve, esta fue una nevada épica — el tipo de acontecimiento sobre el que se habla a los nietos.
La zona de Buffalo quedó sepultada el miércoles por 1,6 metros (cinco pies y medio) de nieve y se espera que la tormenta del jueves sume otros 60 centímetros (dos pies) de media a última hora del jueves.
"Este es un acontecimiento histórico. Esta tormenta va a romper todo tipo de récords, y eso es mucho decir en Buffalo", dijo Cuomo.
La tormenta llegó tan rápido y con tanta fuerza sobre el lago Erie a principios del martes que atrapó a más de 100 vehículos en un tramo de más de 210 kilómetros (132 millas) de la autopista estatal de Nueva York que seguía cerrada el miércoles.
Tom Wilson, de West Seneca, compartió un filete congelado de Salisbury para cenar con sus compañeros de trabajo e hizo todo lo posible para descansar mientras pagó 36 horas atrapado en un almacén.
"Dormí en un pale. Después dormí sobre unas sillas de oficina y después volví al palé", dijo. "Más tarde encontré unas esponjas para tumbarme. Encontré un paquete de esponjas sin abrir. Me pareció una almohada".
"Intentamos hacer palomitas con un listones de madera, un barril de soda, algo de carbón y un recogedor", añadió. "No funcionó".
Bethany Hojnacki se puso de parto en el peor momento de la tormenta y terminó dando a luz en la estación de bomberos de Buffalo después de que ella y su marido no lograsen llegar al hospital. Tanto la madre como la hija fueron trasladadas más tarde al centro en una ambulancia.
Cuomo dijo el miércoles por la tarde que todos los viajeros que quedaron atrapados habían sido rescatados de sus vehículos, aunque algunos camioneros prefirieron permanecer en ellos.
Preguntado por los periodistas sobre cómo las autoridades pudieron dejar que algunas personas pasasen más de 24 horas atrapadas en sus coches durante la nevada, Cuomo dijo que se debió a que un tráiler cruzado sobre la vía impidió a las máquinas retirar la nieve que caía con rapidez y a las malas decisiones de los propios conductores.
"Lo que pasó fue que, aunque la autopista estaba oficialmente cerrada, la gente seguía entrando. No bloqueamos ninguna entrada al momento. Esto fue un error", explicó el gobernador.
"Parte de esto es responsabilidad de los ciudadanos", añadió. "Si la carretera está cerrada, está cerrada".
Se cree que la tormenta causó la muerte a siete personas en el oeste de Nueva York, al menos cuatro de ellos por ataques al corazón. Funcionados del condado de Erie dijeron que hallaron a un hombre de 46 años en su coche, que estaba en una zanja y cubierto de nieve, a unas 24 millas al este de Buffalo. No estaba claro el motivo de su fallecimiento.
La tormenta azotó Buffalo en un día en que las temperaturas cayeron a números negativos (en grados Fahrenheit) en los 50 estados del país.

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