jueves, 5 de febrero de 2009

La crisis acelera desaparición de bodegas dominicanas en Nueva York


NUEVA YORK._ La crisis económica que está afectando a los Estados Unidos y el mundo, está acelerando la desaparición de las bodegas dominicanas, lo que deja sin empleos a millares de trabajadoras y sin comida a cientos de miles de familias.
Ramón Murphy, presidente de la Asociación de Bodegueros de los Estados Unidos (ASOBEU) pronosticó que de seguir la actual situación, ese sector se verá compelido a desaparecer en más de un 60%, lo que sería una eventual “catástrofe” para los pequeños y medianos comerciantes de los que dependen millares de inmigrantes y sus familias en los Estados Unidos y en la República Dominicana.
Murphy que es dueño de la bodega “Mini Supermarket Red Apple” en la calle 134 y Hamilton Place en el Alto Manhattan y lleva 24 años en el ramo, dijo que sólo el año pasado 137 bodegueros decidieron cerrar sus negocios, además de por los efectos de la crisis, por los insoportables costos de la renta (alquiler de los locales) que se traga más del 80% del presupuesto mensual de esos negocios.
Las i37 bodegas cerradas estaban situadas sólo entre las calles 197 a la 230 a lo largo de la avenida Broadway.
Murphy, ha logrado levantar una familia de cuatro hijos y dijo que cada vez que un establecimiento se ve obligado a cerrar sus puertas, dos o tres familias pierden el sustento. “Cientos de bodegueros están tirando la toalla, cada día, dos o tres cierran en Nueva York”, añadió el presidente de ASOBEU.
Dijo que las casi 10 mil bodegas existentes en la ciudad, se están convirtiendo en una especie moribunda. Se queja de que entre los paquetes financieros concedidos a corporaciones multimillonarias y transnacionales, no se haya tomado en cuenta a los pequeños y medianos establecimientos, que son los que realmente, dentro del contexto de la micro empresa, propenden al verdadero desarrollo de las comunidades pobres.
“Si no se hace algo por nosotros, no pasará mucho tiempo sin que la mayoría de las bodegas se extingan en la ciudad”, advirtió Murphy. Recordó que desde los años ochentas, las bodegas, han sido el medio que más empleos ha creado en toda la ciudad, pero la crisis económica golpea al sector en su nivel más básico.
“La recesión ha hecho que la clientela baje significativamente o que muchos gasten menos, mientras tenemos que estar haciendo frente a los altos impuestos, a los costosos alquileres de locales y a las regulaciones excesivas con que la ciudad maneja la calidad de vida”, explicó Murphy.
“La vida se nos está haciendo mucho más difícil”, expresó el presidente de ASOBEU recalcando que uno de los principales factores es el arrendamiento. Dijo que cuando llega el momento de renovar los contratos de alquiler, los propietarios de edificios se aprovechan y presionan para que se les pague entre tres a cuatro veces más el precio de la renta original.
Añadió que esa es una carga que nadie aguanta y mucho menos en este momento de profunda crisis económica. “A menudo hay que pagar por debajo de la mesa para que el contrato sea extendido”, indicó.
El concejal Robert Jackson (Demócrata / Distrito 7 / Manhattan) ha sometido un ante proyecto de ley para preservar a los pequeños negocios de la ciudad y Murphy sostiene que la pieza es vital para que puedan sobrevivir al impacto de la crisis. El proyecto fue sometido en junio del 2008 y buscaría, de convertirse en ley, regular los desalojos.
Murphy terminó diciendo que los bodegueros sólo reclaman con justeza, la misma protección que abarca a las pequeñas empresas desde hace 40 años.

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